Algo siempre se escapa, pero el 80% de la producción no sale de Bilbao, de Bizkaia y de Euskadi. Y eso es una buena porción de la tarta si se tiene en cuenta que entre 2018 y 2025 la cervecera La Salve ha sacado al mercado unos 20 millones de botellines… Este es el plan de negocio de esta firma bilbaina que se apresta a celebrar sus 140 años de historia y que ha basado su éxito y consolidación en el mercado apostando por lo local, la calidad, la innovación, la competitividad y la innovación.
Un cóctel de valores que han ido definiendo en este tiempo el temperamento de una compañía comprometida por lograr un impacto en las dimensiones inseparables a toda actividad económica. Incluso dejando en segundo plano la famosa rentabilidad. El balance de estos siete últimos ejercicios ha quedado reflejado en un estudio elaborado por AZTI que certifica que la apuesta de La Salve por materias primas cercanas y proveedores de proximidad genera riqueza, empleo e ingresos fiscales que benefician al conjunto de la sociedad.
Impacto en el PIB
El documento que analiza la aportación de la marca a la economía y al empleo de Euskadi en ese periodo y su proyección a futuro pone de manifiesto que entre 2018 y 2025, la actividad de esta empresa cervecera ha generado un incremento de más de 100 millones de euros en el conjunto de la economía, confirmando el papel de la compañía como agente tractor de riqueza y empleo en su entorno. Por cada euro de facturación La Salve es capaz de generar 1,3 euros de valor añadido, o sea, de contribución al Producto Interior Bruto.
“El estudio demuestra que el compromiso con lo cercano tiene resultados amplificados en el territorio que benefician al conjunto, ya que cada decisión de compra y de inversión orientada a proveedores locales se multiplica en forma de actividad económica, empleo e ingresos fiscales”, resumieron Rogelio Pozo y Raúl Prellezo, director general y economista del centro investigador. Más allá de los datos, las conclusiones del informe avalan una forma de hacer y de trabajar. Un ejemplo para otras pymes y empresas en la generación de oportunidades que se quedan en casa.
Competitividad e identidad
“Competitividad e identidad local son compatibles con una palanca de crecimiento”, enfatizó Ainara Basurko, diputada foral de Promoción Económica. “Es un símbolo de lo que significa creer en lo local y apostar por la proximidad”, subrayó por su parte Kontxi Claver, concejala de Desarrollo Económico, Comercio, Turismo y Empleo en el Ayuntamiento de Bilbao, durante la presentación de las conclusiones del estudio en la Torre Bat.