Cascabeles y confianza para avanzar hacia la inclusión

Empatizar es ponerse en la piel de otra persona y tratar de entender su día a día. Nada que ver con el modo contemplativo de la vida del que hace gala gente de cualquier edad y condición. Un compromiso con el bien comunitario que la ONCE saca a la calle a través de la conocida como Carrera de Cascabeles que este año -y ya van veinte años- en Bilbao ha estado dedicada al bicentenario de la creación del sistema de escritura y lectura Braille.

El acto también ha sido la excusa perfecta para volver a sacar a la calle a decenas de personas, autoridades incluidas, para reivindicar la importancia de que ciudades y calles “sean cada vez más accesibles y amigables” y “se ponga el foco en la inclusión”. Así lo han subrayado Usue Vallejo y José Antonio Pérez, delegada y presidente respectivamente de ONCE Euskadi.

La popular carrera ha invitado a la ciudadanía a taparse los ojos con un antifaz y recorrer un tramo en la Gran Vía de Bilbao con la ayuda de otra persona. La diputada foral de Acción Social, Amaia Antxustegi, ha sido una de las participantes en este desafío que ha comparado con un “ejercicio de empatía, aprendizaje y confianza en la persona que te guía”.

Objetivo irrenunciable

El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, también ha estado presente en este acto y ha agradecido a la ONCE “por enseñarnos que la diversidad nos hace más fuertes y que la inclusión debe ser un objetivo absolutamente irrenunciable”. 

Al finalizar la carrera se ha entregado el tradicional Cascabel de Oro a la Asociación de Parkinson Nervión-Ibaizabal ACAPK. Su presidenta, Marisol Díaz, ha subrayado que este galardón supone “un revulsivo para seguir luchando para que tengamos una buena calidad de vida”.