Todo listo –desde hace meses en algunos casos– para que arranque el periodo de mayor consumo del año. Todavía con los ecos de las celebraciones y gastos resonando en las economías domésticas de Halloween, el Black Friday y las Navidades están ya a la vuelta de la esquina. Los décimos para el Sorteo Extraordinario del 22 de diciembre fueron puestos a la venta en verano; las luces y adornos navideños cuelgan o han crecido desde hace semanas en calles y plazas, y los restaurantes trabajan sin descanso y refuerzan sus plantillas para poder atender el aluvión de reservas que algunos locales de hostelería ya están gestionando.

Pocas novedades pues en las celebraciones prenavideñas y postnavideñas. Alguna sí. Principalmente en lo relativo a los postres más típicos: los turrones. Y no solo por la incorporación de nuevos sabores a la amplísima gama de tabletas que se extienden por los lineales de supermercados y tiendas desde hace ya semanas. Y no se trata exclusivamente del turrón presentado bajo el genérico de chocolate Dubai -relleno de pistacho y masa kataifi- que llegó a las estantería hace ya meses.

Esta vez, la innovación en materia de alimentación se ha decantado por dulces sin azúcar e incluso con piezas pensadas para que las personas consumidoras puedan compartir un trocito con sus mascotas. Son productos testados durante un par de años y avalados por profesionales de la Veterinaria. No en vano, serán vendidos en tiendas especializadas y en los lineales de productos para animales de las grandes superficies, además del canal on line. Se trata de turrones de zanahorias, de coco e incluso de polvorones de arroz.

No son las únicas sorpresas de un sector que esta temporada confía en vender un poquito más que en la precedente. Así, siguiendo la tendencia alimentaria, este año es más fácil encontrar dulces navideños con la etiqueta de ‘sin azúcar añadido’, ‘sin gluten’, ‘sin lactosa’ o ‘vegano’. A esta variedad en la composición se le suman los formatos individuales o con un corte más fino, más acordes con los nuevos modelos de unidad familiar. Eso sí, la fuerte subida del cacao ha repercutido en los precios de venta de los turrones de chocolate: hasta un 16% se calcula.

Ese pellizco a los bolsillos de las economías domésticas no será el único durante estas navidades. Los productos que habitualmente llenan los platos no se escaparán de esa alargada sombra que proyecta la adversa coyuntura. Tampoco lo han podido hacer el ilimitado catálogo de objetos decorativos que desde hace ya semanas han dado un aire distinto a escaparates, baldas, pasillo y tiendas enteras en algún caso.