Martín Sanz, un joven de 23 años criado en pleno centro de Bilbao, arranca hoy la que será probablemente la experiencia más intensa de su vida: recorrer a pie más de 1.200 kilómetros por Japón durante casi tres meses. Su aventura comenzará en Tokio y finalizará en Kumamoto, con un itinerario dividido en seis etapas que ha preparado durante medio año. Además de caminar, compartirá y documentará cada paso en sus redes sociales, un terreno que siempre le ha atraído por su interés en la creación de contenido.

El bilbaino asegura que uno de sus propósitos es mostrar una cara distinta del país nipón: “Quiero que la gente descubra la realidad de Japón, no solo los sitios turísticos, sino también la Japón rural”. Para ello caminará siguiendo principalmente la costa, atravesando pequeños pueblos y viviendo con lo que vaya encontrando en el camino. Además, Martín tiene un motivo muy personal que marcará gran parte de su ruta: visitar una a una las estatuas dedicadas a One Piece, la serie de animación que marcó su adolescencia. “En su momento me enganchó demasiado, podía verme hasta 20 capítulos diarios”, recuerda.

Trayecto

El viaje comienza hoy jueves con un trayecto largo y exigente. Desde Barcelona vuela a Milán, ciudad que pisa por primera vez y donde pasará casi 24 horas. Después le espera un vuelo de 11 horas hasta Bangkok y una escala ajustada de apenas hora y media, que admite que le tiene “algo agobiado” por miedo a perder la conexión definitiva hacia Tokio, el punto de partida de su caminata.

Martín no es nuevo en los retos internacionales. Con 18 años dejó Bilbao para estudiar en Inglaterra, donde completó la carrera de Producción de Videojuegos y un máster en Dirección de Proyectos, compaginando los estudios con trabajos para poder mantenerse. También pasó un año de bachillerato de intercambio en Estados Unidos. Sin embargo, reconoce que con el japonés apenas se defiende: “Sé decir mi nombre y poco más, aunque estudié una optativa en la universidad”.

Los últimos años en Reino Unido fueron especialmente duros y llenos de estrés, lo que motivó la decisión de embarcarse en este viaje. “Mi madre me dijo que tenía que viajar y desconectar, que todavía soy joven, aunque casi se vuelve loca cuando le conté que pensaba recorrer Japón a pie”, confiesa. Hoy, sin embargo, asegura que es su mayor apoyo: “Está súper orgullosa de mí, le cuenta mi aventura a todo el mundo y comparte todos mis vídeos”.

Preparación

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La preparación no ha sido sencilla. Ha invertido medio año en planificar cada detalle y ya lleva gastados cerca de 1.500 euros antes de poner un pie en Japón. El presupuesto total de la aventura rondará entre 7.000 y 8.000 euros. “No todo el mundo con 23 años tiene esa cantidad de dinero para hacer un viaje así”, reconoce. Entre incertidumbre y entusiasmo, Martín sabe que no todo está bajo control: “Hay cosas que hasta que no esté allí no sé cómo haré, como dormir, asearme o comer… pero esa es en parte la gracia del viaje”.

Aunque intentó convencer a su novia para que le acompañara, ella acaba de empezar un máster y no podía sumarse a la aventura. Aun así, se siente arropado tanto por ella como por su familia y amigos, y afronta el inicio del reto con la ilusión intacta: “Me siento como un niño antes de una excursión del cole”.