Será su novena edición en la capital vizcaina y en todo este tiempo, el Festival de Arquitecturas Open House, que abre edificios emblemáticos a la ciudadanía, no ha parado de crecer y de evolucionar. Los frutos de este compromiso didáctico con el urbanismo local se ven año tras año con el respaldo anónimo de miles de personas. Para esta ocasión, la organización de este evento también ha previsto novedades en su programa.
Una de ellas tendrá que ver con el número de edificios y espacios que se abrirán al público durante este evento que se prolongará entre el 29 de este mes y el 5 de octubre. Esta vez serán más que nunca: 90, según ha podido saber DEIA. Unos cuantos más que los incluidos en la cita del año pasado, cuando fueron 72. A la espera de cerrar algunos flecos de última hora, estas jornadas volverán a concitar el interés de un buen puñado de aficionados a la arquitectura, turistas o curiosos. El balance de 2024 apunta la cifra de 24.000 asistentes.
En unos días se conocerá el catálogo de inmuebles, espacios y rincones de la villa visitables. Y a buen seguro que ese inventario traerá novedades. Los destinos fijos –y más demandados por la ciudadanía– como el Palacio Chávarri, en la plaza Moyúa; el Ayuntamiento o la Torre Bizkaia volverán a estar incluidos en el listado propuesto por los promotores de esta iniciativa. Junto a ellos se sitúan otros edificios de Bilbao, como la Universidad Comercial de Deusto, Harino Panadera, hoteles como el Meliá o el Tayko, el Centro Municipal de Zankoeta o las antiguas escuelas de Ollerías, y espacios de varias localidades vizcainas como el Horno Alto número 1, en Sestao; el aterpe de Larrabetzu; el centro de día de Apnabi, en Derio, o las Galerías de Punta Begoña, en Getxo.
Además de las visitas a esos espacios durante el fin de semana, el programa del Festival Open –una cita consolidada ya en el calendario cultural de la villa– incluirá los días previos actividades “que invitan a caminar, dialogar, ver, dibujar, jugar y diseñar, con propuestas para todos los públicos que abordan la arquitectura desde múltiples miradas”, han avanzado fuentes de la organización del certamen.
Voluntarios
Un ejemplo de la excelente acogida de esta propuesta pedagógica en materia de arquitectura y de urbanismo –en su sentido más amplio– tiene reflejo en la generosa respuesta a la convocatoria para formar equipos de personas voluntarias que ejercerán de cicerones, pero en casas ajenas. Este año, a principios de agosto ya había 400 nombres inscritos.
“Son una pieza fundamental del festival. Se encargan de guiar visitas, acoger a las y los visitantes, y compartir información sobre los espacios y el contexto arquitectónico. Su participación garantiza que la experiencia sea cercana, accesible y enriquecedora para las miles de personas que cada año disfrutan del evento”, han resumido desde la organización de Open House.
Las personas inscritas provienen de perfiles muy diversos, desde estudiantes y profesionales de la arquitectura hasta amantes de la ciudad sin vinculación directa con la disciplina, “unidos por el interés común de abrir Bilbao a la ciudadanía y compartir su historia, sus espacios y su arquitectura”, han rematado.
¿Quiere ser voluntario?
Las personas que deseen formar parte del voluntariado de Open House el fin de semana del 4 y 5 de octubre pueden rellenar el formulario de la página web. Deben ser mayores de 16 años.
Los voluntarios pasan un turno de entre 4 y 5 horas ayudando en el festival en las tareas que mejor encajen con su perfil entre los cinco roles que se han establecido.
A cambio de su trabajo, los voluntarios disfrutan de ventajas como una pulsera de acceso prioritario para visitar edificios, una formación, un kit del voluntariado, visitas exclusivas y una invitación para la fiesta de clausura.