Con 16 minutos de demora, a las 12.46 horas, despegó este domingo del aeropuerto de Bilbao el vuelo UA364, el primero transoceánico desde Euskadi con destino a Nueva York. Una conexión aérea regular, que operará hasta finales de septiembre la aerolínea norteamericana United Airlines (UA), en la que se ha trabajado mucho y durante un tiempo prolongado por parte de las autoridades locales y que desde este domingo ya es una realidad.

Un sueño cumplido para muchos, el primer mordisco a la gran manzana, como es conocida Nueva York, que desde primera hora fagocitó la actividad en la terminal. Y más cuando desde las seis de la mañana la dirección del aeropuerto vizcaino conocía que los fuertes vientos de cola estaban ayudando en la travesía del vuelo que partió el sábado por la noche del aeropuerto de Newark, la base operativa de UA y tercer aeropuerto de la capital del mundo, como le gusta considerarse.

Tanto que a esa horas se preveía un adelanto del aterrizaje de casi 50 minutos que al final se quedó en algo más de media hora, aterrizando el avión en las pistas del Txorierri a las 10.11 horas, cuando su toma de tierra estaba prevista a las 10.45.

Así ha sido la llegada al aeropuerto de Bilbao del vuelo procedente de Nueva York

Así ha sido la llegada al aeropuerto de Bilbao del vuelo procedente de Nueva York Aena

A este vuelo de estreno entre Nueva York y Bilbao, United Airlines quiso darle la importancia que se merece y en un acto similar al celebrado en la capital vizcaina, responsables de la aerolínea, con uno de los vicepresidentes de la compañía, cortaron una cinta de inauguración de la ruta poniendo en valor la importancia de la nueva ruta con Europa que se suma a otras cuatro que estrena este año la aerolínea desde Newark a Europa, en concreto a Faro (Portugal), Palermo (Italia), Nuuk (Groenlandia) y Funchal (Madeira, Portugal).

Después agasajaron al pasaje que estrenaban la ruta en dirección a Euskadi con presencia de globos, banda sonora con canciones como la Macarena y el Aserejé, y regalos como llaveros y otros productos de merchandising.

Cambio a última hora

El vuelo UA633 despegó a las 21.26 hora local, las 03.26 de la madrugada en Euskadi, y la travesía, a excepción de una tormenta que tuvo que sortear el avión en el entorno de Nueva York, fue placentera para el pasaje, según indicaron algunos viajeros tras salir cargados con sus maletas al área de Llegadas en Loiu. 

La aeronave destinada a este vuelo este domingo fue cambiada a ultima hora por la compañía. De hecho estaba previsto usar un Boeing 747-200 y al final ha sido Boeing 747-224, un avión este último con 26 años de servicio volando por los cielos, con un pasillo central y tres asientos a cada lado, que a pesar de todo mantiene todo su confort. Según indicaron fuentes de la compañía, el vuelo no vino completo en sus 176 asientos, se quedaron en 147 pasajeros, “pero es una cifra muy buena”, indicaron.

Durante el viaje también hubo tiempo para la celebración, sonó de nuevo la canción de Los del Río, y el capitán responsable de la travesía, Park Learned, se mostró encantado una vez en tierra de “dirigir el primer vuelo entre Nueva York y Bilbao”, ciudad que no conocía hasta la fecha. “Todo ha ido a la perfección”, indicó con una sonrisa blanca típicamente estadounidense.

Tras tomar tierra, el avión se dirigió a la terminal aérea, más concretamente a la pasarela asignada con la puerta B16, donde empezó a desembarcar el pasaje y los servicios de tierra iniciaron la descarga de maletas y toda la operativa para que la aeronave estuviera dispuesta para regresar a la costa este.

Conscientes del estreno de la ruta tanto el capitán como su copiloto quisieron saludar a La Paloma directamente sacando sus cuerpos por las ventanillas del aparato, antes de engancharse a la pasarela o finger, agitando los brazos con entusiasmo a pesar de las ocho horas largas de vuelo que llevaban encima.

Tanto el capitán como su copiloto quisieron saludar a La Paloma directamente sacando sus cuerpos por las ventanillas Borja Guerrero

Fue la misma alegría que mostraron cuando, junto con su tripulación, compuesta por otras seis personas, descendieron por la escalerilla trasera para inmortalizar el momento ante los medios de comunicación. Les recibieron el director de ventas en UA para Europa central, España y Portugal, Guido Aráujo, y el director del aeropuerto de Bilbao, Iván Grande, para minutos después hacerse todos la tradicional foto que inmortalizaba el momento al lado de un cartel que recogía en euskera y castellano la fecha del vuelo y las ciudades que se han unido vía aérea por primera vez en la historia.

Agilidad en el desembarque

Mientras tanto, los pasajeros del vuelo de estreno salieron del avión a la terminal y fueron llevados al control de pasaportes, requisito obligado al ser un vuelo procedente de un país que no está en el tratado europeo de Schengen. Finalmente, antes de salir a la zona de Llegadas pasaron a recoger sus equipajes en la cinta asignada. Fuentes de Aena, el gestor aeroportuario del Estado del que depende el aeródromo bilbaino, especificaron que “todas las gestiones se han desarrollado de una forma muy ágil y sin problemas”.

Fuera, en la zona de Llegadas, les esperaban en algunos casos familiares y amigos y en otros empleados de empresas que, con el tradicional cartel con el nombre de viajero al que tenían que trasladar, esperaban su recogida. En el pasaje había de todo, desde familias con varios maletones hasta algún ejecutivo con un pequeño equipaje de cabina.

Preguntas personales. Por orden del gobierno de Estados Unidos, United Airlines desplegó en Bilbao toda la seguridad exigida. Varias jóvenes de la empresa de seguridad ICTS, que actúa con varias aerolíneas norteamericanas en Madrid y Barcelona, pidieron a los viajeros mientras esperaban cola el pasaporte y les realizaron preguntas personales como cuál era la causa del viaje, dónde se iban a hospedar, cuánto tiempo de estancia tenían en EE.UU. o si iban de paso a otro país. Según indicaron a DEIA fuentes de la empresa, este fue el primer filtro de seguridad de los cuatro que pasan los viajeros antes de entrar en el avión, incluida la petición de la ESTA, el permiso para entrar en el país de Trump.

Lo mismo ocurría con los pasajeros que, en la zona superior de Salida, en esos momentos hacían cola para embarcar en el vuelo de Bilbao a Nueva York. Tampoco iban a llenar el avión que en esos momentos estaba siendo adecentado y aprovisionado con catering y combustible para dejarlo listo para la nueva ruta.

De los 176 asientos de capacidad con que contaba la aeronave, estaban reservados 139, de los cuales 13 de los 16 dispuestos eran de la clase Solaris, la business de United Airlines, cuyos asientos son prácticamente camas para poder dormir a gusto durante el vuelo.

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De la mano de Bilbao Air y la Cámara de Comercio, como dos de los principales artífices de que la ruta Bilbao-New York ya esté operativa, se entregó a los recién llegados una bolsa con el lema Bio quiere NY con un kit de regalo en su interior compuesto por una figura de la empresa Txikito que podía ser Marijaia, Olentzero u otros iconos de Bilbao, además de varias publicaciones informativas para que, sobre todo los turistas norteamericanos que llegaron en el vuelo, conocieran tanto Bilbao como en el resto de Bizkaia.

Al igual que a los pasajeros que partieron de La Paloma, para llegar sobre las cuatro de la madrugada hora local al aeropuerto de Newark, todos recibieron antes de embarcar un diploma personal de cómo han viajado en el vuelo inaugural de la ruta Bilbao-Nueva York. Sin duda un gran recuerdo para la posteridad.