Con un buen trecho del camino inmobiliario andado en la primera fase de la Operación Zorrotzaurre ya hay promotores privados que miran a la segunda fase, la que compone la denominada Unidad de Ejecución 2 con la que se concluirá la intervención urbanística.
Es la que se ubica en la zona del centro de la isla, en todo aquel espacio que no recoge las puntas y hoy todavía con cierta actividad industrial. Constituida este año la Junta de Concertación, el proceso todavía está en pañales y sus responsables tienen que atacar a lo largo del año próximo el proceso de parcelación para alumbrar los solares donde se levantarán edificios residenciales, de servicios, empresas, parques, calles y plazas.
El Plan Especial Urbanístico de Zorrotzaurre original ya están dibujadas esas parcelas y determinadas que tipo de edificios acogerá cada uno entre ellos cuantos bloques de viviendas se van a levantar en un futuro. Exactamente serán 22 edificios residenciales, la mayoría con la característica forma de ‘H’ que permite a casi todos los vecinos tener vistas al canal, a lo lejos, o a la ría, más cerca. Ello es debido a que el diseño del plan urbanístico vuelca toda la oferta inmobiliaria hacia el cauce fluvial ya que la zona que se asoma al canal estará ocupada principalmente por parques y servicios comunitarios, como por ejemplo un polideportivo, que tendrá que construir el Ayuntamiento de Bilbao.
Estos bloques no serán muy altos respetando la idea del Master Plan original de la famosa arquitecta y urbanista ya fallecida Zaha Hadid.
Su idea era, y es, levantar las torres y rascacielos en las puntas de la isla dejando los inmuebles más bajos en el centro de la anterior península con lo que se creará una línea de horizonte en Zorrotzaurre deprimida en el medio y más alta en sus extremos. La prueba de ello es que entre los 22 bloques habrá algunos con 5 plantas más lonjas, los más bajos, y de 10 pisos los más elevados.