Pedro Barreras ha llegado esta mañana al mercado de Santo Tomás con 300 kilos de miel de Karrantza. Al filo del mediodía, en su puesto apenas quedan 7 tarros. "A las 8 de la mañana ya teníamos cola de gente que estaba esperando a que abriéramos", cuenta.
Pedro no falla en Santo Tomás. "Venimos todos los años, es un mercado en el que se vende muy bien y hay un ambiente bonito", reconoce. Lo hace con su miel de brezo, que producen ellos mismos. Y, vista la rapidez con la que han despachado los tarros -de kilo, a 13 euros, y de medio, a 7,5-, buenísima.
Clientes fijos
"Todos los años intentamos traer un poco más que el anterior y cada vez se vende más rápido", sigue sorprendiéndose. "Si traes buen producto la gente responde muy bien. Tenemos clientes fijos que vienen todos los años a comprar nuestra bien". Y eso que, este año, la producción ha sido algo menor, explica, debido al exceso de lluvia y el poco calor.
