El anuncio de la aplicación de un canon de diez euros por metro cuadrado para gravar la vivienda vacía en Bilbao logró movilizar 200 de las 2.110 que se encontraban en esa situación. Es decir, alrededor de un 10% de los pisos que estaban deshabitados en aquel momento –en noviembre de 2022– salieron al mercado de alquiler. Yolanda Díez, concejala de Vivienda, ha garantizado durante el pleno municipal de este jueves que aplicarán el canon a lo largo de este mandato, según lo convenido por el decreto sobre la vivienda deshabitada del Gobierno vasco. Sin embargo, ha defendido que antes de ello es necesario finalizar el diagnóstico de vivienda vacía para tener “las garantías jurídicas necesarias”.
“Los retos en materia de vivienda son retos complejos pero hay voluntad para solucionarlos”, ha apuntado la edil, que hace un par de meses presentó el Plan Estratégico de Vivienda 2024-2025 mediante el que se abordan las dificultades de acceso desde diferentes ejes. Uno de ellos consiste en movilizar las alrededor de 3.000 viviendas deshabitadas que se estima que hay la ciudad, ya que en dos años, a pesar del trabajo realizado para movilizarlos, esa cifra ha aumentado. Será después de acometer el análisis de las zonas tensionadas del alquiler de Bilbao, lo que proporcionará un diagnóstico certero sobre la situación de la vivienda en la ciudad. Se prevé que el estudio comience este mes y se prolongue hasta finales de año.
Por otro lado, Díez ha destacado que, próximamente, se va licitar una nueva Oficina de Vivienda “con visión integral, incorporando información jurídica, atención de quejas, desarrollo de convenio con Etxebide e, incluso, el seguimiento de las zonas tensionadas”. Asimismo, tras recordar que Bilbao cuenta con convenios firmados con el Gobierno vasco para construir 1.544 viviendas en los próximos años, Díez ha apostado por la búsqueda de iniciativas “poliédricas, con visión de 360 grados”, porque el de la vivienda es, a su juicio, un “problema poliédrico”.
El pleno ordinario de este jueves en Bilbao ha debatido una moción de EH Bildu que pedía movilizar las viviendas vacías de la ciudad priorizando las que lleven más de diez años deshabitadas y las que sean propiedad de grandes tenedores. Finalmente, ha salido adelante una enmienda de modificación del equipo de gobierno en la que se señala que la declaración de zonas tensionadas y el plan de acción en desarrollo serán “clave para facilitar la movilización de vivienda vacía, garantizando que la vivienda cumpla con su función social y se convierta en un recurso accesible para la ciudadanía de Bilbao”.
En la defensa de su moción, el concejal de EH Bildu Karlos Renedo ha criticado que “mientras los precios y la demanda de vivienda suben, también las casas vacías”. Por ello, ha censurado la “falta de voluntad y desidia” del equipo de gobierno para hacer frente a la situación “dramática” de vivienda de Bilbao, donde el alquiler medio de una habitación en Bilbao “se sitúa ya en 650 euros”. Tras recordar que las viviendas vacías “ascienden a 9.321 en Bilbao”, Renedo ha explicado que una vivienda que lleva más de 10 años cerrada “puede estar incluso en riesgo de abandono, por lo que la aprobación de nuestra propuesta hubiera sido beneficiosa para muchas comunidades de vecinos”.
En la misma línea, Ana Viñals, portavoz de Elkarrekin Bilbao, ha considerado que “Bilbao es una ciudad especuladora”. “Bilbao debe tomar decisiones extraordinarias pero desgraciadamente no se dan, parece que hay un complejo institucional en el que se premia la propiedad privada. 16.000 personas en espera en Etxebide”, ha apuntado la concejala de la formación morada. En respuesta a ello, Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, ha destacado que en Bilbao se está promoviendo la construcción de viviendas públicas por encima de lo que le corresponde. “No podemos tener cero viviendas vacías en Bilbao porque si no tendríamos una burbuja inmobiliaria en la ciudad”, ha aseverado.
Desde el PP, su portavoz, Esther Martínez, ha reprochado al resto de grupos municipales que, en este tema, “siguen cayendo en los mismos errores” porque, “este es un problema de oferta y de demanda”. Además, ha asegurado que la legislación sobre vivienda que se ha ido aprobando en las últimas décadas “lo único que ha hecho es perjudicar la oferta de vivienda, y ese es el motivo por el que nos encontramos en esta situación”.