"Bautizos, bodas y comuniones". Restaurantes como el Antón o el Miramar han llevado este lema por bandera durante todo el tiempo que han estado en activo, siendo iconos representativos de la ciudad de Bilbao, y sobre todo de Artxanda.
Hace años, cuando llegaba la época vacacional, los restaurantes de Artxanda se llenaban de visitantes, en busca de una experiencia única, comer en lo alto de la capital de Bizkaia. Los platos, típicos de la cocina vasca, abarrotaban los menús y hacían las delicias de todos los comensales. Era normal ver cómo se celebraban bautizos, comuniones, comidas familiares, bodas, o todo tipo de celebraciones en esta zona.
Pero lejos quedan aquellos años de oro comedores de estos dos restaurantes bilbainos. Antaño fueron referencia en todo tipo de banquetos y ahora dan cobijo a personas sin hogar y animales abandonados.
El Miramar se encuentra en unas condiciones de abandono absoluto, con grafitis, techos caídos y escombros por todos lados. El local no es ni una sombra del restaurante de renombre que un día fue.
Iconos de Artxanda
Son restaurantes icónicos, quienes han representado gran parte de la identidad de la zona de Artxanda desde los años 60 y 70. Desde el cierre de estos establecimientos, la zona se ha quedado huérfana de restaurantes con esencia tradicional.
El Miramar cerró sus puertas en 2019, dejando un legado de más de 50 años de historia. Al igual que el Antón, el cual finalizó sus actividades en abril de 2023 por jubilación al concluir una concesión municipal.
Obras de restauración
Con el objetivo de intentar devolver la identidad a la zona, el Ayuntamiento de la Bilbao quiere recuperar el local que acogió el Antón. Para ellos, Ayuntamiento de Bilbao, dueño del edificio, ha lanzado una primera fase de la obra en la que se planea la demolición de una parte importante de la propiedad para luego reconstruir y remodelar la edificación restante.
De acuerdo con lo proyectado, se planea conservar únicamente la estructura original, es decir, el baserri construido en los años 60, el resto de edificaciones y ampliaciones serán demolidas.
El proyecto se llevará a cabo tras conseguir el interés de al menos dos empresas, las cuales ven el atractivo a reabrir el icónico restaurante y devolver el interés gastronómico a la zona.