Un grupo de 60 jóvenes en situación de desempleo decidieron comenzar el BBK Bootcamp hace cuatro meses para formarse en diseño de producto digital UX/UI, desarrollo web full stack, analítica de datos y ciberseguridad. Sin embargo, el verdadero reto del curso ha sido completar el simulacro real de un proyecto solicitado por una empresa que ha consistido en desarrollar una aplicación web que ayude a la creación de productos tecnológicos adaptados a las necesidades de personas mayores. La presentación de los proyectos y la graduación del curso se ha llevado a cabo en BBK Kuna.
El curso, en el que colabora Lanbide, tiene como objetivo proporcionar a los participantes habilidades tecnológicas que están siendo muy demandadas en la era digital y facilitar la incorporación del alumnado al mercado laboral. "Ha sido intenso, pero muy satisfactorio. Cuando ves que estás avanzando y aprendiendo a un ritmo alto, pues el esfuerzo merece la pena", explica Íñigo Auzmendi, alumno del curso.
Se trata de la segunda edición de esta iniciativa y se ha llevado a cabo entre los meses de marzo y julio. En la parte teórica, los alumnos han estado divididos en los 4 ámbitos de formación que se ofrecían. Pero a la hora de ponerse manos a la obra con el simulacro los participantes han tenido que trabajar mezclados tratando de que el ecosistema laboral sea lo más realista posible al que se van a encontrar en las empresas tecnológicas.
"Lo que te vas a encontrar es que vas a tener que hablar con diferentes departamentos que no tienen nada que ver con lo tuyo. Entonces, también te ayudan a comunicarte con otras personas a entender y pues a llegar a acuerdos porque este desafío se centra en eso en trabajar codo con codo con otros departamentos para así prepararte a la vida real", remarca Ainhoa Colorado, una de las estudiantes.
Senority AI, es una startup que diseña entornos y herramientas inclusivas con los adultos mayores. Tanto Íñigo como Ainhoa estaban dentro del grupo de jóvenes que se encargó de hacer el segundo proyecto en dos semanas. La misión que han tenido entre manos ha sido la de crear "una red social destinada a empresas que quieran adaptar sus servicios técnicos a una experiencia de usuario senior más agradable". Entre las dificultades que han tenido que hacer frente se encuentran el estrés, el poco tiempo y la necesidad de adaptarse a la realidad. "Ha sido difícil tener que reducir la expectativa que teníamos cada uno del proyecto en nuestra cabeza a luego la realidad, porque no solo te afecta a ti", subraya Íñigo.
Un mundo lleno de oportunidades
Ambos jóvenes, ven el futuro laboral complicado pero añaden que "en la tecnología surgen oportunidades muy recurrentemente" por lo que consideran crucial "formarse continuamente". "Veo mi futuro más claro que antes, pero probablemente fuera del Estado o en alguna empresa que valore por lo menos el departamento de diseño, porque hay muchas empresas que prescinden de él y luego pasan las cosas que pasan", señala Colorado.
Ante la falta de oportunidades, son muchos los jóvenes que las buscan por su cuenta. Es el caso de Auzmendi y algunos de sus compañeros, que han visto una oportunidad de negocio en su sector y han decidido arriesgarse montando una empresa. "No es tan fácil salir de un Bootcamp y encontrar trabajo. Algunos de nosotros veníamos ya varios cansados de tener un jefe y al ver una oportunidad de negocio tan clara hemos dicho, bueno, vamos a hacer las cosas bien y para adelante", señala el estudiante.