Las inmediaciones de Jardines de Albia, la calle Licenciado Poza, las rampas de Uribitarte... No es complicado identificar las zonas de ocio nocturno en las que más dificultoso puede resultar el descanso de sus vecinos. Sin embargo, a partir de mayo será un Mapa Estratégico del Ruido por Ocio el que establezca certezas objetivas para que el Ayuntamiento de Bilbao pueda establecer medidas correctoras en aras a fomentar la compatibilidad de dos intereses que a menudo parecen incompatibles. El anuncio se realizó ayer jueves durante el pleno ordinario en el que el equipo de gobierno admitió que aún no ha respondido al Defensor del Pueblo en relación a las recomendaciones que realizó en agosto de 2023 para tratar de atajar esta situación en Abando.

“Los datos nos indican que existe un problema de contaminación acústica”, confesó ayer jueves Nora Abete, concejala de Movilidad y Sostenibilidad, área responsable de la instalación de sonómetros en la ciudad. Según explicó, hasta ahora Bilbao contaba con un mapa del ruido que mide el tráfico viario, ferroviario e industrial, como obliga la normativa europea. Será a partir de mayo cuando cuenten con una cartografía del ruido en base a datos más objetivos. No obstante, Abete aseguró que los datos extraídos por los medidores ya existentes se han ido facilitando a los vecinos y asociaciones de Abando.

Son los residentes del centro de la ciudad quienes más beligerantes se muestran con los inconvenientes provocados por el ruido. Desde su creación en 2017, la asociación Uribitarte Anaitasuna ha elevado sendas peticiones al pleno municipal a través de iniciativas vecinales o partidos de la oposición. En este caso ha sido el Partido Popular quien se ha hecho eco de su proposición para solicitar el cumplimiento de las recomendaciones del Defensor del Pueblo sobre contaminación acústica en Bilbao realizadas en agosto de 2023. Sin embargo, se aprobó la enmienda del equipo de gobierno conformado por el PNV-PSE, que insta a seguir “implementando medidas para intentar compatibilizar el ocio nocturno con el descanso de los vecinos”. Elkarrekin Bilbao se abstuvo en la votación, mientras que el PP y EH Bildu la rechazaron.

Según recordó Paula Garagalza, edil del PP, Ángel Gabilondo –como Defensor del Pueblo– instaba, entre otras medidas, a “la realización de inspecciones programadas y sin previo aviso en el distrito de Abando y comprobar que no se practica el botellón, que se cumplen los requisitos para consumir bebida en los locales de hostelería en el exterior, los horarios y los niveles de ruido”.

“Las recomendaciones no son de obligado cumplimiento”, recordó Gonzalo Olabarria, concejal de Cultura y Gobernanza, quien apuntó que responderán a Gabilondo tras analizar las recomendaciones que aceptan. El edil, indicó que las denuncias por infracciones en hostelería relativas a los horarios, terrazas y veladores, consumo en el exterior, ruidos molestos o sonometrías por molestias por música de locales fueron un total de 123 en el año 2022 y más de 179 denuncias en el año 2023. Mientras tanto, las infracciones por orinar en vía pública fueron 121 en el año 2022 y 165 en el año 2023. Además, las relacionadas con el botellón fueron 602 en el año 2022 y 583 en el año 2023.

Olabarria recordó, además, que el Ayuntamiento declaró al área de Uribitarte y Albia como zona de protección acústica especial (ZPAE) mediante la que limitaba los horarios de cierre de los locales o decretaba la prohibición de beber en el exterior de los locales. Sin embargo, una resolución judicial tumbó la medida. Tratándose de un problema transversal que afecta a diferentes áreas municipales, desde Seguridad Ciudadana o Desarrollo Económico, Asier Abaunza, como responsable de Espacio Público, matizó que “el gobierno no está de manos cruzadas”. En ese sentido, subrayó que fue el Consistorio el que promovió “la modificación urbanística para limitar las nuevas licencias de urbanísticas en la zona del Ensanche”.

Los partidos de la oposición admitieron que se trata de una cuestión de difícil solución. De hecho, Garagalza puntualizó que su grupo no busca que desaparezcan las terrazas ni reducir espacios de hostelería, pero “quizá sí reducir el número de permisos o que estos permisos no se puedan pasar de unas terrazas a otras”. Por su parte, María del Río, portavoz de EH Bildu, criticó “la estrategia actual del equipo de gobierno, la de hacer el avestruz y esconder la cabeza a ver si escampa”. Por último, Ana Viñals, portavoz de Elkarrekin Bilbao, afeó al equipo de gobierno su demora en la respuesta al Defensor del Pueblo y reclamó conocer la postura del Consistorio con respecto a sus recomendaciones.