El parking del Ensanche se cerrará al público la próxima primavera, en marzo o abril, según ha confirmado este martes la concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete, que ha presentado en el Ayuntamiento de Bilbao el presupuesto de su área para 2024. Serán más de 79 millones de euros que, entre otros proyectos, abordarán cómo ordenar la creciente llegada de autobuses de turistas.

La transformación del céntrico aparcamiento será considerable ya que, una vez concluyan las obras, pasará a tener 5 plantas en lugar de las 3 actuales, y ampliar el número de plazas de 351 a 522. También se suprimirán las rampas de entrada y salida actuales que serán sustituidas por dos nuevos puntos en los laterales de la plaza, en la que se generará una gran zona verde.

Según ha explicado Abete, aunque ya se están ejecutando algunas obras previas, como catas, el grueso dará comienzo el próximo mes de enero y el parking dejará de estar en servicio en marzo o abril. A partir de ese momento, no se podrá utilizar durante más de dos años, 28 meses para ser exactos. "Vamos a estar en contacto con los vecinos y los comerciantes para que tengan un calendario exacto de qué actuaciones se van a llevar a cabo y cómo, antes de empezar. Se va a dejar pasar Navidad y rebajas para no interferir en esas épocas tan señaladas y tan importantes para el comercio", ha señalado.

Autobuses de turistas

Otro de los proyectos que el área acometerá en 2024 será la ordenación de los cada vez más numerosos autobuses de turistas que llegan a la ciudad. "Cada vez hay más touroperadores, por ejemplo de cruceros, y llegan muchísimos autobuses a Bilbao. Tenemos que ver cómo hacemos convivir esa llegada con nuestros autobuses y nuestra movilidad cotidiana", ha advertido Abete. Para ello,

Actualmente, hay varios puntos en la ciudad que suelen utilizar este tipo de transporte para dejar y recoger a los viajeros, como el túnel bajo el Museo Guggenheim, la delantera del Palacio Euskalduna o la plaza Euskadi. Pero se están quedando pequeños; no solo eso, sino que otras veces utilizan las paradas habituales de los autobuses municipales obstaculizando su uso.

El área quiere ver cómo se puede ordenar esos flujos y estacionamientos, por ejemplo habilitando más puntos exclusivos para ellos o estableciendo rutas prefijadas que deban seguir, para lo cual se va a encargar un estudio sobre este transporte discrecional. "Primero necesitamos analizar la globalidad de la situación y la demanda, con datos, y ver qué espacios tenemos en la ciudad para poder destinarlos a este fin y que no obstaculice la movilidad de nuestras paradas", ha avanzado la concejala.

En cuanto a tráfico y seguridad vial, se continuará con la conservación de diferentes infraestructuras (2,6 millones de euros), como señales y semáforos, y también se seguirán instalando nuevos puntos de recarga eléctrica en parkings de residentes, tras haber finalizado ya las obras de Torres Quevedo. El objetivo es que el 10% del total de plazas, 1.700 en total, estén habilitadas para poder recargar vehículos eléctricos, para lo cual el próximo año se abordarán las de algunos parkings que entran dentro de la Zona de Bajas Emisiones con un importe de 320.000 euros.

Mapa de ruido y bidegorris

En cuanto a movilidad urbana, se va a elaborar un estudio en torno a los caminos y los entornos escolares. "Queremos analizar las prioridades y necesidades que tienen los centros educativos en cuanto a cómo se desplazan los niños para ir a la escuela", ha detallado Abete. También se elaborará un mapa del ruido derivado del ocio nocturno, que analizará esta problemática en toda la ciudad para, posteriormente, elegir las medidas más adecuadas para combatirlo, siempre desde el punto de vista de la protección de la contaminación acústica.

El próximo año se habilitación cuatro nuevos bidegorris, que supondrán una inversión de 4,7 millones de euros: la conexión ciclista de la avenida Zumalakarregi, la rotonda Pío X, la conexión ciclista Irala-Miribilla y la primera fase del que enlazará la avenida Zarandoa y el puente Frank Gehry. Se mantendrán, asimismo, los bonos para la compra y la reparación de bicicletas.

La dirección de Sostenibilidad, que se estrena en esta legislatura, se va a establecer un Plan Estratégico de la Sostenibilidad, "que nos permita tener una visión global con objetivos e indicadores sobre la política municipal en este ámbito. Vendría a ser como una especie de PMUS pero para la sostenibilidad".

El mantenimiento del servicio de Bilbobus tendrá un coste de 46,4 millones de euros y otros 2,9 millones el funicular de Artxanda, en el que se invertirán otros 2,5 millones para la remodelación de la estación superior y la modernización de este medio de transporte.

También tendrán continuidad las subvenciones para los corazones de barrio, los centros escolares o los taxis adaptados, entre otros.