El Gobierno vasco ha sacado a licitación, por 14.049.463,23 euros (sin IVA) y un plazo de ejecución de 32 meses, las obras de adaptación del edificio Mapfre de Bilbao, que albergará el nuevo Palacio de Justicia, el cuarto de la capital vizcaína, y cuyo objetivo es descongestionar las actuales instalaciones judiciales. Las empresas interesadas en llevar a cabo los trabajos tienen de plazo hasta el próximo 15 de septiembre para presentar sus ofertas.

El ejecutivo autonómico adquirió el edificio ubicado en el número 28 de la calle Ibáñez de Bilbao por 41 millones de euros y ahora ha sacado a concurso los trabajos para rehabilitar el inmueble, que cuenta con 19.110 metros cuadrados, y adaptarlo a sus nuevas funciones.

 La reordenación de las dependencias judiciales disponibles en la capital vizcaina se realizará tras un proceso colaborativo entre el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), la Fiscalía Superior y otros agentes jurídicos.

 Con esta compra y su posterior habilitación, se inicia un proceso de reordenación de las dependencias judiciales en el centro de Bilbao, que se completará con otras obras ya previstas y que descongestionarán los actuales equipamientos.

GANAR ESPACIO

Los planes del Gobierno vasco para esta legislatura incluyen que la Justicia gane 25.000 metros cuadrados en la capital vizcaina, con la remodelación de otros 5.000 metros cuadrados en el número 9 de calle Henao, antigua Cámara de la Propiedad Urbana, solar que ya era propiedad del Gobierno Vasco. Las tres sedes judiciales de Bilbao, de Jardines de Albia, Buenos Aires y Barroeta Aldamar, sumaban 60.000 metros cuadrados.

El edificio Maphre cuenta con fachada a tres calles: Ibáñez de Bilbao, Henao y plaza del Ensanche. Consta de cuatro sótanos con una superficie de 6.209 metros cuadrados, planta baja, más ocho plantas y ático sobre rasante. La superficie construida sobre rasante es de 12.646 metros cuadrados.

La construcción del inmueble se inició en 1972 y finalizó en 1976. Fue remodelado integralmente en 1991 y renovó sus instalaciones de ascensores y baños en 2007, y de climatización en 2011. El arquitecto que lo diseñó fue Julián Larrea Basterra, y su primer usuario fue el Banco de Bilbao.