La imponente imagen del Cristo Resucitado, obra del imaginero sevillano Jesús Cepeda, por fin vio ayer la luz en Bilbao. Tras no poder salir el año pasado por un desajuste con el anda sobre la que iba a ir colocada, la talla de tres metros de altura procesionó por las calles del Casco Viejo, portada por la Cofradía de la Pasión, ante numeroso público.

La imagen, en la que “un Jesús Resucitado se eleva triunfante sobre su sudario”, según describe la Hermandad de Cofradías, fue bendecida ayer, en presencia de su autor, por el obispo de Bilbao, Joseba Segura, tras la misa oficiada en la catedral de Santiago y antes de salir en la procesión de la Luz y la Resurrección, que cerró una de las ediciones más concurridas de la Semana Santa bilbaina.

El Cristo Resucitado procesionó acompañado por el paso de Santa María Magdalena de la Cofradía de Nazareno y por Nuestra Señora de la Soledad de la Cofradía de la Vera Cruz. La idea, según avanzó la Hermandad, es que la imagen de la Virgen sea la de una cofradía bilbaina distinta cada año.

Esa no fue la única novedad de la procesión de gloria, que amplió su recorrido, pasando por delante de la iglesia de los Santos Juanes, en la calle la Cruz y rodeando la catedral. Además, las cofradías salieron revestidas de hábito, en lugar de hacerlo de paisano.

El Cristo Resucitado no solo causó admiración entre los ciudadanos y visitantes de Bilbao. No en vano fue la escultura sacra más votada por los internautas del portal especializado en arte La Hornacina, que la escogieron con un 17,6 % de los votos entre las 60 imágenes presentadas el pasado año.

Junto al Cristo Resucitado, el imaginero Jesús Cepeda cuenta en Bilbao con el Santo Cristo de la Salud, que sale en su procesión de la Salud en la mañana del Jueves Santo y en la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, integrando el paso Gólgota junto a otras cuatro imágenes.