El Ayuntamiento de Bilbao quiere revitalizar la calle Iturribide, uno de los principales ejes de conexión entre el Casco Viejo y Santutxu. Para ello, reurbanizará un tramo de 200 metros, entre las Siete Calles y la plaza Aurrekoetxea, en los que se ganará espacio para el peatón, eliminando 59 plazas de parking y ensanchando las aceras, que dotará de nueva iluminación, árboles y jardineras, y nuevos bancos.

La actuación, que ha presentado este lunes el concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, Asier Abaunza, ha sido consensuada con los vecinos del distrito de Ibaiondo en una calle que "tradicionalmente ha sido puerta de acceso al Casco Viejo y de conexión principal con Santutxu". Los habitantes reclamaban una mejora integral de la zona para revertir el declive que ha experimentado la zona en los últimos años, con el cierre de locales comerciales, al que no contribuía las estrechas aceras con las que cuenta la calle hoy en día. "Nos reclamaba una intervención potente para ayudar a la revitalización de este eje", ha recordado Abaunza. "Queremos darle la vuelta".

El Ayuntamiento planteó a los vecinos varias alternativas, desde la más liviana, "en las que se hacía una mejora del alumbrado manteniendo la estructura de la calle", hasta intervenciones intermedias para eliminar solo una de las bandas de aparcamiento para ensanchar las aceras. Pero ha sido la más "ambiciosa" de cuantas se han puesto sobre la mesa la que han preferido.

En concreto, se eliminarán ambas bandas de estacionamiento en el tramo que abarca desde el cruce de la calle con la plaza Aurrekoetxea –en el entorno de los números 61 y 78 de Iturribide– hasta el Casco Viejo –en los números 37 y 46–. Gracias a ello, se podrán ampliar las aceras de los dos lados de la calle, manteniendo una calzada de circulación para vehículos de 3,5 metros de ancho.

Se ganará además en vegetación, plantando cinco árboles en alcorques e instalando 31 jardineras, y en iluminación, colocando nuevas farolas a pie de calle. El espacio, en el que se eliminarán los bolardos existentes hoy en día, se completará con 26 bancos, la mayoría de ellos recubiertos de madera, y un aparcabicis. "Mejoraremos toda la urbanización para potenciar este eje tan importante de conexión entre barrios", ha destacado el concejal.

La intervención no supondrá cambios posteriores en la circulación ni en el recorrido de la línea A2 de Bilbobus, que circula por esta calle.

Afecciones mínimas

Las obras tienen un presupuesto de 1,3 millones de euros y, una vez que se adjudiquen, se ejecutarán en seis meses. Se intentará minimizar las molestias en el entorno: tras retirar los vehículos para eliminar las plazas de aparcamiento, se irá actuando progresivamente en cuatro zonas, garantizando siempre el paso de vehículos y de los peatones, tanto a las tiendas como a los portales. Únicamente se prevé el cierre de la calle para asfaltar la calzada, que se llevará a cabo en una sola noche al término de la obra, "a fin de obstruir lo mínimo posible el tránsito de vehículos y de la línea A2 de Bilbobus", que no variará su recorrido durante los trabajos.