Bilbao lleva muchos años siendo una capital turística de gran interés. Cada vez son más las personas que visitan la villa, atraídas no solo por la gastronomía vasca, sino también por su arquitectura, su oferta cultural y de ocio. Sin duda, ante la pregunta sobre lo más característico de Bilbao, quien haya visitado la villa puede que conteste que no se debe dejar de visitar el Museo Guggenheim, o el Casco Viejo, el Azkuna Zentroa, el Campo Volantín, etc.

Pero lo cierto es que Bilbao está llena de pequeños y no tan pequeños rincones que merecen al menos una visita. Es el caso de Iralabarri, una zona en la que cada vez es más habitual ver a turistas fotografiándose en alguna de las calles más pintorescas del barrio. Esas calles con un estilo alejado de las edificaciones de viviendas más habituales son Kirikiño, Zuberoa o Baiona. Esas estrechas calles dan cobijo a las conocidas como casas inglesas. Sus vivos colores y su arquitectura no tan típica ofrecen un espacio muy diferenciado del resto de Bilbao.

Son sus casas, sin ninguna duda, las que guardan una historia que es conocida, pero que aún está por descubrir por parte de muchas personas, también residentes en la propia villa. Se trata de adosados que en sus fachadas destacan sobre todo por tener influencia inglesa. Quien más quien menos conoce a alguien que no ha descubierto ese interesante rincón bilbaino o que lo ha hecho no hace mucho.

Las redes

Las redes sociales están siendo una herramienta muy útil para dar a conocer este pintoresco barrio a personas de Bizkaia y también en el extranjero, gracias a esos edificios singulares, a los que acompañan sus empinadas cuestas. Sí, es un barrio con muchas cuestas, pero merece la pena sudar la camiseta para visitarlo.

Son muchas las personas que ya han colgado alguna foto al lado de las casas que surgen del asfalto, de pequeña altura y de colores diferentes, ya que se trata de una zona que se presta a ello, lo pintoresco resulta. Pero Irala es mucho más que unas casas bonitas.

En estos últimos años además, la inmigración ha crecido en el barrio y es cada vez más multicultural, con la riqueza que ello conlleva desde muchos puntos de vista. Es un barrio obrero que además conserva ese orgullo de ser un barrio con mayúsculas, con todo lo que esa palabra significa.

Todas esas casas fueron fruto de un gran proyecto que fue unido a la empresa Harino Panadera, sociedad creada por Juan José Irala. El barrio creció al abrigo de ese proyecto empresarial y era como un pequeño pueblo dentro de la ciudad.

En el año del centenario, el Ayuntamiento de Bilbao puso en marcha distintas actividades en torno al barrio, para poner en valor el pasado y futuro de Irala. Lo hizo entre otras cosas con una exposición fotográfica que repasaba el pasado, el inicio y la construcción del barrio, así como con un trabajo audiovisual bajo el título de El sueño de Irala. Que el barrio siga soñando y construyendo futuro.