Ilusión, alegría, color y buen humor. No se puede pedir más para arrancar este fin de semana de carnavales en Bilbao. Alrededor de 1.600 niños y niñas han participado en el desfile escolar de carnaval en la capital vizcaina, en una mañana que a pesar de haber comenzado con algo de frío, ha dado paso a un ambiente soleado y agradable, con temperaturas muy templadas. Eso ha ayudado a que el desfile haya sido más lucido.
El inicio, previsto para las 10.30 se retrasó unos minutos. En Jardines de Albia se han dado cita desde piratas a romanos, pasando por egipcios o mexicanos. Han sido algunos de los disfraces de los niños y niñas que han participado, y también, como no, de sus profesoras y profesores. Mucha variedad y muchas más sonrisas. Los más despistados eran quienes abrían el desfile -tras Farolín y Zarambolas-, que eran los más txikis, y que estaban entre alucinados y emocionados.
Al pasar por El Arenal, donde están instaladas las barracas, entre los más txikis ha habido más de uno que ha pedido ir allí, mientras alguna de las profesoras les explicaban que no podían, que además estaban cerradas hasta la tarde. Ha sido una de las anécdotas del desfile, que ha recorrido el camino que separa Jardines de Albia y la Plaza Nueva en pleno Casco Viejo bilbaino.
Allí se ha podido disfrutar de una gran chocolatada y también del espectáculo infantil Kolore Dantza. En la Plaza Nueva han podido disfrutar de música euskaldun y han disfrutado de una jornada diferente que además, sirve como aperitivo a lo que llega por la tarde y mañana sábado, cuando Bilbao será un gran escenario con miles y miles de personas que ya tienen preparadas sus mejores galas para deslumbrar con su disfraz.
