"Puede pasar. Las temperaturas adversas hacen que recurramos a lo que sea para calentarnos y un pequeño despiste puede provocar un incendio. Son los riesgos de vivir en la calle". Lo decía esta mañana una indigente que, como el hombre que falleció calcinado en Bolueta, ha dormido también en la calle rehusando utilizar uno de los recursos municipales.

Sin embargo, la pasada noche 212 personas durmieron protegidas gracias al dispositivo invernal del Ayuntamiento de Bilbao. "Los albergues han tenido récord de asistencia", señala Juan Ibarretxe, concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao que lamenta sin embargo lo ocurrido.

"Puede haber sospechas de quién es y estamos investigando lo ocurrido pero primero tenemos que certificar su identidad". El indigente de Bolueta murió calcinado, al parecer al extenderse el fuego que había prendido para evitar el frío de la gélida noche.

Ibarretxe lamenta profundamente esta muerte máxime con el esfuerzo que tanto desde el Ayuntamiento como desde el Gobierno vasco en colaboración con el tercer sector se está realizando para atender a todas las personas que viven en la calle. No es consuelo pero lo cierto es que de un censo de 251 esta pasada noche 212 estuvieron a resguardo.