Los miles de turistas que han visitado la capital vizcaina después del verano han sido claves para mantener el tirón en las ventas en tiendas de ropa, calzado y complementos de los establecimientos de la villa. “Los turistas nos están salvado las ventas en este otoño tan caluroso”, coinciden tajantes varios comerciantes de Bilbao. Y es que quienes eligen la capital vizcaina para pasar unos días de vacaciones no solo consumen en restaurantes y bares, sino que además también compran en el comercio local y “salvan parte de la campaña de otoño”.

Una realidad que, según explica el propio sector comercial es “beneficioso” en un otoño que se auguraba bastante flojo y que sirve para salvar la primera parte de la campaña otoño/invierno. “Estamos teniendo mucho turismo y están dejando dinero en la ciudad. Eso es muy positivo para todos. El consumo propio sí está bastante flojo y gracias a quienes nos visitan la campaña de otoño/invierno no va a ser mala como preveíamos”, reconoce el gerente de Bilbao Dendak, Rafael Gardeazabal.

Varios turistas se prueban ropa de abrigo en la tienda Olañeta del Casco Viejo de Bilbao. Pablo Viñas

Después del verano, –en septiembre y octubre– las ventas suelen experimentar un estancamiento y más aún si cabe teniendo que sortear un verotoño con temperaturas que han alcanzado este año los 30 grados. En la capital vizcaina no ha hecho frío, ni apenas ha llovido y con los descuentos del Black Friday a la vuelta de la esquina, los consumidores locales prefieren esperar a final de mes para lanzarse a comprar ropa de abrigo y calzado cara al invierno. “La gente local no está pensando en comprarse chubasqueros, ni plumíferos, ni unas botas para el frío este calor. Después de pasar una pandemia, el consumidor prefiere dedicar el tiempo y el dinero en disfrutar de las terrazas y de pasear por la playa o el monte. Comprarse un abrigo no es sido una necesidad y la mayoría puede esperar”, apunta Maitane, encargada de un establecimiento de venta de ropa en la zona de Indautxu.

Marcas locales

Los que no miran tanto si el mercurio marca 30 o 6 grados a la hora de comprar prendas de abrigo son los turistas; ellos lo que más buscan a la hora de hacer compras es, según los comerciantes de Bilbao “hacerse con prendas de marcas locales”. “Nosotros hemos vendido abrigos y también ropa de lana. Quienes nos visitan buscan marcas locales, diferentes que no tengan en sus ciudades o países de procedencia”, apuntan desde la tienda multimarca Olañeta, en la calle Correo. Para Xabier y Susana, la afluencia de turistas ha sido “fundamental” en este arranque de otoño para evitar un agujero en la caja a final de mes. “Además, aunque ha hecho muy bueno se ha vendido ropa de abrigo y también calzado, deportivas y botas, todas marcas locales que es lo que buscan quienes nos visitan”, dice Susana Alaguero. Lo cierto es que el comercio es un sector dinámico y como tal no ha tenido más remedio que adaptarse, no solo a los nuevos hábitos de los propios consumidores, sino también a las consecuencias derivadas del cambio climático. “Ahora no tiene sentido llenar la tienda con ropa de invierno. Con otoños como el que estamos pasando, terminas muriéndote del asco y sin vender ni un mísero abrigo. Antes se funcionaba así, pero si los dueños quieren mantener los negocios abiertos no han tenido más remedio que darles una vuelta a los productos que venden”, asegura Rosa, dependienta de una tienda de ropa, ubicada en la calle Bidebarrieta de Bilbao. Por eso, la inmensa mayoría de los establecimientos dedicados a la venta de textil apuestan por combinar colecciones de continuidad con ropas de abrigo para garantizar así las ventas en los meses de menos consumo. “Los bonos que sacado el Gobierno vasco sí han ayudado para fomentar el consumo en los establecimientos locales”, apunta Gardeazabal. Por su parte, para Janire Matilla, responsable de la tienda boutique Sweety Glory también han sido meses buenos y dice estar satisfecha con las ventas. “No me puedo quejar. Las ventas no han ido nada mal. Soy muy positiva y estoy contenta”, apunta.