Son uno de los símbolos más visibles de la Navidad y juegan un papel fundamental para animar las calles en esa época tan especial. Pero este año toca apretarse el cinturón y reducir el gasto energético; aunque Bilbao no perderá su iluminación callejera, su encendido se retrasará una semana y se realizará el próximo 30 de noviembre. Además, los fines de semana se recortará el horario en una hora.
Pese a la crisis energética y las restricciones en comercios y empresas dictadas por el Gobierno español que obligan a apagar los escaparates de forma obligatorio a las 22.00 horas, Bilbao volverá a iluminarse de fantasía estas fiestas. Y es que esos arcos, guirnaldas y figuras navideñas convierten en más atractivas las calles durante esos días, fechas clave para el comercio y la economía local.
Eso sí, la necesidad de reducir el gasto energético pesa y habrá restricciones respecto al año pasado. Por una parte, el encendido se retrasará una semana, hasta el 30 de noviembre, cuando el año pasado lo hizo el 24.
Y, aunque de domingo a jueves mantendrá el mismo horario, de 18.00 a 22.00 horas, los viernes, sábados y vísperas de festivo se apagará una hora antes, a las 22.00 en lugar de a las 23.00 como era habitual otros años.
3.000 euros de factura
En cualquier caso, "la transición hacia la eficiencia energética en el alumbrado público y, específicamente en la iluminación navideña, no es un camino nuevo para Bilbao", ha recordado este martes el concejal de Planificación Urbana, Kepa Odriozola, "ya que todas las luces y elementos decorativos que el Ayuntamiento coloca con motivo de la Navidad en la ciudad son led, es decir, eficientes".
Así, la factura del consumo de energía durante toda la campaña navideña -que habitualmente duraba seis semanas-, fue de aproximadamente 3.000 euros en 2021.
