El Ayuntamiento de Bilbao ha sacado a concurso la gestión del servicio de la nueva OTA, una ordenanza de aparcamiento en superficie, que va a sufrir una revolución en todos sus aspectos. Desde la puesta en marcha de la nueva norma a partir de octubre de 2023, con cambios sustanciales, hasta la nueva forma de ponerla en marcha por parte del consistorio con modificaciones que se adaptan a los nuevos tiempos y necesidades del aparcamiento en superficie de la ciudad. 

La nueva gestión ha salido a concurso el pasado lunes por un coste de 34,14 millones, un contrato con una valoración estimada de 41,64 millones de euros con IVA incluido, que tendrá un horizonte de actuación de cuatro años, hasta 2026.

Las novedades según se recoge en el pliego de condiciones son múltiples y van a suponer un cambio de paradigma total para el conductor que quiera aparcar en Bilbao. Ignacio Alday, director de Circulación del Ayuntamiento de Bilbao aclaraba esta mañana de miércoles que "todavía va a pasar un tiempo hasta su puesta en marcha que está prevista para octubre del año próximo, mientras tanto seguirán el servicio idéntico al de la actualidad".

Cambios de calado

Los cambios de más peso es la creación de un total de 10 distintivos diferentes de OTA en función de la actividad o situación de los vehículos. Las etiquetas de residentes y de vehículos de personas con discapacidad que presenten movilidad reducida son las únicas que se mantienen del actual sistema. Por un lado, se crean especificas para furgonetas, vehículos con autorización especial, coches compartidos o Car-Sharing y los profesionales autónomos. Por otra, tendrán su propia identificación los pequeños vehículos que distribuyen mercancías por la ciudad, las flotas de empresas que realizan la misma labor, las empresas exentas de tasas y las de servicios municipales.

Este listado de diferentes distintivos tendrá como consecuencia también una variedad amplia de tiques a extraer de los parquímetros o pagar directamente a través de la aplicación telefónica de la OTA, que también será totalmente reformada.

Los tiques contemplados por el momento son el que sacarán los conductores que lleguen de visita a Bilbao (TV) y cuyo vehículo carezca de distintivo alguna. El permiso de día (TD) se prevé para profesionales de reparto independientes y será solo válido en el sector verde y los repartidores que realicen distribución urbana de mercancías tendrá que obtener el tique TCD. Otros boletos previstos son el de reserva temporal (TRT), necesario para los vehículos que dispongan de autorización para realizar una reserva de estacionamiento para unos días concretos, de estacionamiento para persona con discapacidad (TEPD) y de bajas emisiones (TECO), para vehículos de cero emisiones. Finalmente, se ofrecerá boleto a las furgonetas (TF) que estaciones en solo en el denominado sector rosa, y otro (TR) para el resto de vehículos que accedan a esta área con un color tan característico.

Sector rosa

Ignacio Alday, director de Circulación del Ayuntamiento de Bilbao indicaba esta mañana a DEIA que el sector rosa "es una nueva área destinada a aquellos conductores que llega en coche a Bilbao desde fuera y trabajan por ejemplo con una furgoneta en la ciudad. En la zona rosa podrán estacionar sus dos vehículos con un tique más amable en cuanto precio".

Además de los cambios ya conocidos tras la aprobación de la ordenanza de la OTA el 31 de marzo pasado de que el servicio contará con horario ininterrumpido (ahora se suspende al mediodía) y un aumento en el coste de las sanciones, se encarecerá de 20 a 50 euros el importe mínimo a pagar en las infracciones más frecuentes, la gestión propiamente dicha aportará otras novedades.

Por ejemplo, se prevé posibles ampliación de las zonas OTA actuales tras la última expansión del servicio en mayo pasado a los barrios de La Peña, Ibarrekolanda y San Ignacio-Elorrieta, la incorporación de nuevos métodos para abonar el coste del aparcamiento y la eliminación de la cancelación de las denuncias ahora en vigor. También, el servicio de vigilancia y sanciones será totalmente automatizado con los coches especiales de la OTA, los conocidos popularmente como batiscafos que barrerán con sus cámaras todos los estacionamientos en superficie. Ello supondrá que ya no habrá en la calle empleados de la OTA poniendo sanciones aunque sí seguirán viéndose a estos oteros en labores de asesoramiento e información a los conductores que tengan cualquier duda a la hora de estacionar.