En breve
Vacíos. En Bilbao doce locales que acogieron durante décadas entidades financieras permanecen cerrado. De ellos al menos seis están ubicados en esquinas de calles bilbainas. En su día estos locales fueron elegidos por su perfecto posicionamiento y para llegar al mayor número de público. Ahora, todo ha dado un giro.
Rentabilidad. En total, desde 2008 han bajado la persiana en la CAV un millar de sucursales por las fusiones, la baja rentabilidad del negocio y la digitalización que trajo nuevos modelos de atención a sus clientes.
5 millones. La horquilla de precios de venta de locales que fueron ocupados por bancos y que ahora permanecen cerrados oscilan entre los 600.000 a los cinco millones de euros dependiendo de los metros cuadrados y de su ubicación.
De alquiler. Hay entidades bancarias que siguen pagando los alquileres acordados con los propietarios, pese a no despachar a los clientes a pie de calle como antaño. Es el caso de BBVA que firmaron contratos de 35 años de duración hace dos o tres décadas por alrededor de 20.000 euros mensuales por local.
Subarriendo. Por contrado, hay entidades bancarias que pueden subarrendar esos locales a terceros. De ese modo, logran descargar las cantidades económicas que deben seguir abonando al propietario mientras se cumple la fecha del contrato.
Decadencia. La imagen de locales cerrados ofrecen una imagen de decadencia para la zona en la que se ubican.
Dimensiones. Los locales que han dejado libres las sucursales bancarias son en su mayoría de grandes dimensiones; hay desde 400 metros, pero otros son más grandes de hasta 700 metros y con varias alturas que será más difícil de alquilarlos o ponernos en venta.