La ofrenda floral que se realiza ante la estatua de Don Diego López de Haro en conmemoración del cumpleaños de la villa ha vuelto este domingo con toda su plenitud tras dos años de suspensión por la consabida pandemia.

Toda la corporación en pleno, con el alcalde Juan Mari Aburto al frente, y cientos de bilbainos han participado en un acto que ha retomado todas sus actividades y ha vuelto a vibrar esta vez celebrando el 722 aniversario de la creación de la villa.

Además, este año la comitiva oficial fue acompañada de varios consejeros del Gobierno vasco presentes en la capital vizcaina para recodar otra fecha clave para la villa aunque fuera más triste, el 85 aniversario de la caída de la ciudad ante el ejercito franquista durante la guerra civil.

Los actos comenzaron con la tradicional marcha cívica que partió del Ayuntamiento de la villa acompañada por dantzaris y txistularis recorrió toda la calle Buenos Aires hasta alcanzar la plaza Circular donde se encontraba engalanado con banderas de Bilbao el alto pedestal sobre el que se encuentra la estatua del fundador.

Una vez en el punto neurálgico comenzó la ofrenda floral, en la que participaron todos los bilbainos que lo desearon ya que era abierta y el Consistorio regalaba claveles rojos y blancos a todos los que se acercaban.

Juan Mari Aburto, destacó ante los medios de comunicación que "hoy es un día especial, que recuerda que en 1.300 se fundó la ciudad, y que se trata de una villa con historia, pero también con presente y con futuro". También aseguró que "es un día de orgullo de ciudad, de orgullo de pertenencia a una historia de éxito, y también es un día de participación". Los actos concluyeron con música y danzas. Se bailó un aurresku de honor y una ezpatadantza la cita se despidió con una jota en la que participaron divertidos varias decenas de bilbainos en una mañana que acompañaba a la fiesta.