13.000 quejas de vecinos chequean Bilbao en un año
Las principales comunicaciones de los ciudadanos tienen que ver con la limpieza
Bilbao - La implicación de la ciudadanía con los espacios públicos cada vez es mayor. Prueba de ello la interacción que se produce entre los bilbainos y el Ayuntamiento para alertar de cualquier desperfecto en la villa. En 2001 se recibieron 800 quejas, el año pasado 13.330 y no porque la ciudad esté peor, sino porque los vecinos se han convertido en inspectores anónimos que cuidan de la villa. Desde una queja por una papelera rota a una sugerencia para que poden un árbol que resta visión a una vecina. Puede ser un aviso de un incidente que requiere intervención inmediata o incluso una felicitación. Los vecinos de Bilbao son los principales garantes de que su ciudad esté impecable. Convertidos en inspectores anónimos han multiplicado los avisos, quejas y sugerencias al Ayuntamiento de Bilbao, lo que ha servido para corregir los contratiempos del día a día. El tiempo de respuesta muchas veces no llega a superar las 24 horas, y desde luego se analizan y se hace seguimiento de todas ellas. El porcentaje de resolución es de un 86%, es decir que 11.534 ya han sido resueltas.
Las principales quejas tienen que ver con la limpieza y el canal más utilizado es el 010. Marta Barco, directora del Área de Obras y Servicios municipal lo confirma, “cada uno de nosotros somos inspectores garantes de cuidar y mimar la ciudad”. En cierta ocasión, en uno de los columpios del parque Irumineta, en los que el asiento cuna está recomendado para bebés y niños pequeños el Área recibió un aviso del servicio de Seguridad Ciudadana indicando que había una niña incrustada en el asiento y que no podía salir. “Hubo que ir con unas cizallas y cortar las barras de sujeción del asiento. Resulta que se trataba de una niña de fuerte constitución. Los operarios no sabían cómo había podido introducirse en el asiento. Afortunadamente no pasó de un simple susto”. Es un ejemplo, pero hay tantos como avisos y quejas llegan hasta el Área. Barco explica que “todos los elementos que conforman la ciudad están inventariados así que la interactuación de los vecinos permite con una localización georeferenciada actuar con la máxima celeridad”.
lo que más preocupa La limpieza es uno de los aspectos que más preocupan, pero es cierto que el volumen de papeleras y contenedores que hay en la villa, más de 12.000, le convierten también en el punto de mira de los ciudadanos.
De hecho, de las más de 13.000 comunicaciones recibidas 3.149 se refieren a aspectos relacionados con la limpieza. La vialidad (2.616), las aguas (2.014) y el alumbrado (1.803) acaparan las reclamaciones mayoritarias pero no son las únicas, la jardinería, el mobiliario, los distritos... también son vigilados a conciencia.
A veces no se trata de una queja sino más bien de una colaboración. Por ejemplo, según explica la directora del Área, “nos suelen llamar con frecuencia vecinos ofreciéndonos plantas que ya no caben en su terraza. Dependiendo de la especie en cuestión, su estado y su tolerancia a las condiciones climáticas de los jardines municipales se recogen y plantan en los mismos. “Así, tenemos ejemplares de drago y choricia que no existen en el elenco municipal”, informa Barco.
También les ha llegado a ocurrir en las jardineras desplegadas por toda la ciudad que en lugar de las flores que las acompañan algún voluntario las arranca y planta hortalizas, después las quejas vienen porque les roban los frutos.
Así desde el año 2001 hasta final de 2017 el incremento en la recepción de las comunicaciones ha sido notable. Tanto es así que la nueva aplicación móvil para conectar directamente con el Consistorio se ha convertido en un instrumento vital para que los ciudadanos a través de la nueva App puedan contactar con el Ayuntamiento.
En función del tema objeto de demanda también varía el tiempo de respuesta. Los avisos son atendidos con la mayor premura. Son los casos referidos a rotura de baldosas, contenedores mal ubicados, tuberías que se estropean, semáforos.... Cuando se trata de quejas y consultas los tiempos de respuesta son más dilatados porque previamente hay que hacer un estudio.
En este sentido Barco explica que hay vecinos que llaman porque les molesta un árbol y piden su poda pero “nosotros tenemos que esperar al mes adecuado”. También se reciben sugerencias que tienen que ser estudiadas y por tanto se tarda más en resolver y por último también hay felicitaciones.