El mal tiempo remata la temporada de verano en el comercio antes de empezar
“Vendo más chaquetas que camisetas en verano”, aseguran los comerciantes
Bilbao - Que el mal tiempo influye en las ventas es una realidad, pero es un error pensar que es la única razón por la que el comercio local no logra tomar impulso para despegar. La desastrosa primavera, en lo que a climatología se refiere, está obligando al sector a buscar nuevas fórmulas para conseguir vender la ropa de verano que sigue amontonada en perchas y baldas. “Vendo más chaquetas que camisetas en verano”, asegura Xabier del Olmo comerciante y miembro de la asociación de comerciantes del Casco Viejo de Bilbao. Desde hace semanas los carteles de promociones y descuentos lucen en los escaparates para captar la atención de los consumidores. Sin embargo, los comerciantes son conscientes de que caer en la eterna rebaja no es más que alargar la agonía. “No podemos estar vendiendo siempre en rebajas. Eso es pan para hoy y hambre para mañana”, apunta Del Olmo.
Según aseguran desde el sector las cuentas no cuadran, pero no solo porque el sol lleve tiempo sin brillar en Bizkaia. Comerciantes como Natalia, al frente de un negocio de moda femenina en Bilbao ya ha decidido rebajar algunas prendas al 50%. “La primavera ha sido un horror. Tengo todas las baldas repletas de vestidos y de blusas de flores a las que no he podido dar salida. Necesitamos dinero para afrontar la nueva temporada”, asegura. “He calculado un 40% menos de ganancia con respecto al año pasado. Es mucho dinero”, explica preocupada la comerciante.
En opinión del sector esta situación ha servido también para destapar otra realidad. Los hábitos de consumo han cambiado y la recuperación económica no es sinónimo de que el comercio del textil y complementos haya logrado superar esa situación. “Los bilbainos estamos acostumbrado a ir de compras con el paraguas abierto”, dice irónicamente el presidente de Bilbao Dendak, Aitor Elizegi. El responsable de la plataforma de comerciantes más grande de Euskadi va más allá: “Nuestro gran enemigo no es el clima es la oferta indiscriminada on line de productos por debajo de los costes de mercado”, apunta. En su opinión el comercio se fundamenta en un consumo responsable, sostenible y de calidad. “Es un modelo que debemos mantener entre todos”.
El gerente de la asociación Bilbao Centro, Jorge Aio, cree que no es beneficioso lanzar mensajes derrotistas sobre el comercio local. “No podemos negar que el tiempo influye en las ventas, pero por eso es necesario apoyar al sector, con iniciativas que ayuden a visibilizar la oferta que existe en la ciudad, de calidad y de proximidad”. Si de algo se caracteriza la villa es de contar con un tejido comercial formado por grandes profesionales que regentan negocios de toda la vida. Rafael Gardeazabal, de Derby Gardeazabal, e Itziar Basáñez, de Modas Itziar, son dos comerciantes hasta la médula.
Adaptarse El tiempo y la experiencia les ha obligado a adaptarse a los nuevos tiempos, pero siempre manteniendo la calidad de sus productos y mimando el trato con el cliente. Gardeazabal, al frente de un negocio familiar desde hace 70 años, es claro en su respuesta. “La temporada de verano se ha perdido para el comercio. Dudo que en los quince días que quedan se pueda remontar”. Sin embargo, en lo que a su negocio respecta, el veterano comerciante afirma que haberse especializado en sastrería masculina les ha ayudado a perdurar en el tiempo. “Las bodas y los eventos son los que nos ayudan a que el descenso de venta en la ropa verano no nos haga tanto daño”, afirma. Y añade: “Estamos en un sector muy complejo. Todo influye, no solo el clima también la inseguridad política se nota”.
Itziar Basáñez, de Modas Itziar, regenta en Bilbao otro negocio familiar de toda la vida en la capital vizcaina. Para Basáñez la climatología tampoco representa tanto problema porque para ellos la especialización también ha sido una alternativa para mantenerse en el tiempo. “Que el tiempo no ayuda es cierto, pero realmente nos mantenemos con las bodas y los eventos que se desarrollan durante estos meses. Tiro para adelante”, confiesa. En su opinión, el comercio local debe de enfrentarse a muchos enemigos que van más allá del mal tiempo. “El clima no ayuda a las ventas, no, pero el consumo no se ha recuperado”, explica. Basáñez intenta no ser tremendista pero augura un futuro incierto para los negocios locales. “¿Cuántos negocios se abren ahora y cuántos duran? Hay que ser muy valiente para introducirse en este mundo”, plantea. Para Basáñez los hábitos de consumo han ido cambiado y eso ha arrastrado al comercio de toda la vida. “La gente joven compra todo o casi todo por Internet y eso es un monstruo con el que es muy complicado competir por muy buena intención que tengamos”, asegura.
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