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Los vecinos entran en Vicinay para “impedir su devastación”

Quieren evitar que la empresa sea desmantelada y ocupada por indigentes

Los vecinos entran en Vicinay para “impedir su devastación”Foto: Borja Guerrero

Bilbao - Una decena de habitantes de Zorrotzaurre ha decidido entrar en el edificio de oficinas que la empresa Cadenas Vicinay dejó vacío a finales del pasado mes e “impedir de esta manera su devastación”, indicaron fuentes vecinales.

Tal y como informó ayer este periódico, los habitantes de la zona se plantaron el pasado domingo ante la entrada del bloque después de que durante toda la semana pasada el inmueble que albergaba las oficinas de la empresa Cadenas Vicinay fuera botín de chatarreros y vándalos, y lo arrasaran llevándose marcos de las ventanas, conducciones de agua, cableados, calefactores y otros elementos de valor.

Pero las cosas no han quedado ahí. Ayer varios de ellos decidieron acceder a la primera planta para empezar a adecentarla y evitar con su presencia que siga siendo objeto de los carroñeros que han acabado con otros edificios industriales de Zorrotzaurre. Tras empezar con esta labor abandonaron al anochecer la estancia con la intención de seguir estos días y tratar el próximo viernes en asamblea el problema generado.

Los vecinos no quieren que se reproduzca en este edificio, uno de los 19 que serán preservados por el Plan de Ordenación de Zorro-tzaurre, lo que ha sucedido en otros similares. “Siempre ocurre lo mismo: se abandona el inmueble, luego lo desguazan y es ocupado por indigentes”, indicó ayer el presidente de la Asociación de Vecinos de Ribera Deusto y Zorro-tzaurre, Joseba Telletxea.

La ecuación ha supuesto que años atrás se hayan producido incendios y problemas de seguridad en estos bloques. El problema añadido es que “el edificio de Vicinay no está lejos y aislado como otros; está aquí mismo, colindando a nuestras casas, y no queremos que se genere inseguridad”, asegura el presidente.

Por ello, expone que “nuestra primera idea es proteger este bloque y luego, si podemos, adecentar alguna de sus estancias para que puedan ser utilizadas por las agrupaciones del barrio”.

Situación del edificio Según han explicado los vecinos, llevan dos años solicitando al Ayuntamiento unos locales para poder desarrollar la labor asociativa del barrio “algo a lo que no han dado respuesta”, indicó Telletxea. Ahora, con el escenario actual, una opción sería tapiar el edificio para evitar entradas no deseadas “pero no queremos un búnker aquí”, indica.

Desde el barrio saben que el bloque tiene un objetivo como equipamiento público “pero hasta que no se empiecen esas obras ¿qué va a pasar? ¿Va a ser objeto de problemas? ¿Los vamos a sufrir nosotros?”, se preguntaba uno de los vecinos que ayer participaron en la labor de limpieza sabiendo que estaban en una situación alegal.

Según indicaron ayer fuentes municipales el Ayuntamiento de Bilbao, “estamos trabajando ya en un proyecto de carácter educativo en coordinación con el Gobierno vasco que irá ubicado en sus cinco plantas”. Una iniciativa que, según parece, “pasa por crear un instituto de formación profesional para jóvenes según nos han indicado”, apostillaron fuentes vecinales. Aunque desde el Consistorio aseguraron que “el proyecto está muy avanzado” no se atrevieron a dar una fecha para el inicio de la obras de recuperación del bloque y su posterior uso.

Mientras tanto, indicaron fuentes municipales, “el inmueble es responsabilidad de la Junta de Concertación de Zorrotzaurre”, la entidad responsable de los terrenos de la futura isla, su descontaminación y posterior urbanización en la que está integrados los principales propietarios de solares, entre ellos el propio Ayuntamiento bilbaino.

Desde la Junta de Concertación ayer lamentaron los destrozos que se han causado ya en el bloque y abogaron por evitar el desmantelamiento sistemático de estas edificaciones llamadas a ser referencia industrial del nuevo Zorrotzaurre y cuidarlas lo máximo posible. En la actualidad otros inmuebles en situación similar al de Vicinay, e integrados en la zona antigua de la futura isla, ofrecen servicios culturales y para el barrio tras llegar a un acuerdo con la propia Junta de Concertación.