BILBAO - El IMQ espera reunificar todas sus prestaciones en Zorrotzaurre en el plazo de cinco años, según ha podido saber DEIA. Para ello, el Igualatorio Médico Quirúrgico espera trasladar los servicios que ahora alberga la clínica Virgen Blanca situada en el barrio de Begoña a un nuevo edificio que la entidad aseguradora prevé levantar junto al nuevo hospital situado en Zorrotzaurre y que estaría conectado con el centro hospitalario. Los planes del IMQ podrían completarse en el futuro con la apertura de una nueva facultad de Medicina de la mano de la Universidad de Deusto.
Cuando se acaba de cumplir el 5º aniversario de la inauguración de la clínica del IMQ en Zorrotzaurre, buque insignia del Igualatorio, la aseguradora privada no ha dado por concluido su ambicioso plan de expansión que pasa por reagrupar todos sus servicios en un mismo entorno. En estos momentos, el IMQ tiene centralizadas prácticamente todas las especialidades en el edificio de la ribera de Deusto y junto con la clínica Virgen Blanca forma una unidad funcional donde ambas infraestructuras se complementan a la hora de definir la cartera de servicios y comparten el mismo modelo organizativo.
Los primeros pasos de este plan se iniciaron hace cinco años cuando la nueva clínica en la península de Zorrotzaurre reabsorbió los servicios que hasta entonces había prestado el IMQ en su embrión en la clínica Vicente San Sebastián de Deusto. La histórica clínica bilbaina, en la que han nacido una parte importante de los bilbainos desde el inicio de su actividad en 1953 como empresa familiar, se derribó hace ya más de cinco años y pasó a convertirse en un edificio residencial después de 60 años asistiendo a gran parte de la población de Bizkaia.
Durante estos cinco años, el IMQ se ha ido consolidando hasta convertirse en un referente de la sanidad privada en Bizkaia. Lo avala una inversión superior a los 85 millones de euros para que sus instalaciones -157 habitaciones y 40 especialidades- gocen de los servicios más modernos. No obstante, sus responsables no parecen haber dado por cerrado este proceso de reagrupamiento y expansión. Aprovechando las sinergias que su estratégica ubicación le ofrece, el IMQ quiere ser el pivote de la nueva zona de oportunidad de Bilbao donde está previsto que se ubique un parque tecnológico de bata blanca.
Es cierto que el horizonte de actuación de los nuevos pasos que dé la entidad sanitaria privada no se van a visualizar en un plazo inferior a cinco años, pero, en todo caso, las estructuras tendrán que trabajarse mucho antes.
Así, una de las actuaciones futuras pasaría por centralizar todos los servicios que presta el Igualatorio en Bilbao en Zorrotzaurre. En este momento, aunque en la ribera de Botica Vieja se encuentra el buque insignia de la aseguradora, hay un paquete de especialidades que se prestan en la Clíncia de la Virgen Blanca y que pasarían también a este entorno. De hecho, los trabajadores ya habrían sido informados de este aspecto por el propio gerente del centro de Begoña, aunque todavía se baraja como una hoja de ruta a cumplir en los próximos años sin que se haya marcado un calendario con los pasos a seguir.
La idea pasa por la construcción de un edificio anexo al actual que además estaría comunicado por una pasarela y que compartiría el aparcamiento. Se da la circunstancia de que la parcela donde el Igualatorio puede iniciar su expansión en Zorrotzaurre es propiedad de los Jesuitas, con lo que las negociaciones pueden derivar en un plan mucho más amplio que se complete con la parte docente, aunque es un aspecto que aún no se ha desarrollado.
Por otro lado, el futuro de la isla ligado a la implantación de un ecosistema innovador y de referencia en el ámbito de los servicios avanzados para la industria 4.0 y la economía digital hacen de este entorno un espacio idóneo para la implantación de la sanidad privada y docente en la capital. De hecho, el Ayuntamiento hace tiempo que está desarrollando un documento que indique a los responsables municipales la tipología de parques tecnológicos, dimensiones y sinergías con las universidades.
Solo Bilbao tiene una comunidad de 15.000 estudiantes y ya en Bizkaia hay 35.000. Este es precisamente uno de los activos en los que trabaja el equipo de gobierno: ver cómo se entrelaza la docencia con la generación de nuevas empresas y actividades. Bilbao tiene que tener una diversificación de las actividades económica . El plan del IMQ encaja en esta apuesta de ciudad.