Decía Mirik Milan a su paso por Bilbao que una de las alternativas más exitosas de ocio estival en Ámsterdam son los festivales de música electrónica diurnos. El alcalde de la noche de la citada ciudad holandesa -una figura extendida en Europa- proponía esta opción al escuchar que el 64% de los jóvenes bilbainos estaría dispuesto a salir menos de noche si las opciones para disfrutar de su tiempo libre durante el día fueran más variadas. Como si fuera un presagio, la iniciativa Funi Sundays, un evento que aúna la actuación de disc-jockeys internacionales con la degustación de rabas y vermú, además de zona infantil con talleres y un mercadillo con firmas locales recalará en Artxanda a partir del 25 de junio para celebrarse cada dos semanas.

La terraza del restaurante Miramar, de 1.000 metros cuadrados, será el escenario para este evento dominical que surge con carácter permanente. Las instalaciones, que cuentan con un aforo para 800 personas, abrirán sus puertas a las 12.00 del mediodía y la programación se prolongará hasta las 22.30 horas. La entrada será gratuita si se accede al recinto antes de las 15.00 horas, aunque quien quiera asegurarse su plaza podrá comprar su tique a un precio de 13 euros, si lo adquiere de forma anticipada a través de su página Facebook o por 16 euros en taquillas. Por el momento ya tienen cuatro fechas cerradas (además del 25 de junio, el 9 y el 23 de julio y el 20 de agosto) y pretenden alargar el evento, que se celebrará al aire libre, hasta otoño. ¿Y el año que viene? La idea es volver. Aunque los promotores de la iniciativa adelantan que, mientras tanto, ya están preparando algo para el próximo invierno.

Según los organizadores, que prefieren mantenerse en el anonimato, Funi Sundays busca proporcionar “una experiencia festiva muy agradable, fuera del circuito habitual de discotecas nocturnas”. En ese sentido, señalan que “la música electrónica no será dura, sino más cultural”. Así, la jornada comenzará con unos registros más “disco o funky” y a la tarde adoptará la “vertiente cultural”. Siempre huyendo de la electrónica de discoteca. “Creemos que va a funcionar, de hecho, esperamos que además de vizcainos venga gente de Gipuzkoa, de Araba, de Cantabria... o incluso de Francia”, aseguran los promotores. Y argumentan: “Los artistas que traemos son de nivel mundial y es una oportunidad para poder verlos”. Los primeros anzuelos son El_txef_A, Rebolledo, Cora Novoa o Art Department, nombres de sobra conocidos en los circuitos.

El evento, que nace con vocación de convertirse en un referente para los amantes de la música electrónica de la zona norte, está inspirado en otras iniciativas similares llevadas a cabo en varias ciudades europeas. Barcelona, por ejemplo, lleva años programando Piknik Elektronik o Brunch Electronik, encuentro que en 2015 llegó a atraer 35.000 personas. “En este caso hemos adaptado Funi Sundays a las costumbres bilbainas, como irse de rabas los domingos”, explican los promotores. Lo que sí imitarán de sus homólogos es el espíritu family friendly de la iniciativa, que además de jóvenes busca atraer a público familiar. “Vamos teniendo una edad en la que los amigos salen menos de noche porque tienen familia y los domingos, no solo en Bilbao, están vacíos de ocio”, revelan los organizadores sobre cómo surgieron las primeras ideas de la iniciativa.

De esa forma, habrá un espacio con entrada gratuita habilitado para niños, con juegos infantiles. Para mayores de 6 años se organizarán talleres con monitores que irán variando cada domingo. Además, el espacio contará con un mercadillo con diez puestos que rodearán la zona de terraza, con mesas y sombrillas. “La idea es que los puestos sean rotatorios y vayan variando, aunque si alguno quisiera repetir, también podría”, indican desde la organización. “Habrá una marca que se llama Ele Improvise, con ropa de mujer, y estamos hablando con Ätakontu, con quienes queremos hacer alguna cosa de promoción”, exponen. La oferta se completará con puestos de artesanía, orfebrería, alimentación o cosmética.

En cuanto a la propuesta gastronómica, en sintonía con hacer de Funi Sundays un evento típicamente bilbaino, se ofrecerán rabas y diferentes tapas de picoteo por la mañana, mientras que por la tarde contarán con “algún plato más contundente”. Por otra parte, se servirá un vermut preparado azul Bilbao, que responde a la descripción de “refrescante, dulce a la par que amargo e increíblemente fotogénico”. A partir de las 16.00 horas, la barra de vermut cambiará su actividad para convertirse en un mojito bar, donde se podrán degustar cócteles de diferentes sabores.

El Balcón de Bilbao Aunque el nombre del evento, con tintes anglosajones, parece hacer alusión a la diversión -que también- en realidad es un guiño al transporte centenario que permite la subida al gran balcón de Bilbao. De hecho, los promotores aseguran que lo ideal sería que el público acceda a Funi Sundays en funicular. “Estamos hablando con Bilbao Ekintza para que el evento pueda promocionarse en las oficinas de turismo, creemos que también puede ser una buena opción para los turistas”, indican los organizadores. “Subir a Artxanda tiene su toque, podrán disfrutar de buenas vistas, además de probar las rabas y el vermut de Bilbao”, aseguran.

En referencia al enclave elegido, los promotores indican que permitirá que “no se moleste a nadie”. Teorizando sobre el ocio nocturno de hoy en día, los organizadores consideran que “los problemas surgen cuando se sale de fiesta a discotecas en las que se pone música con el único fin de beber”. En su opinión, es consecuencia de que “no hay una experiencia festiva definida, una motivación más allá de que es fin de semana y toca beber”. Desmarcándose de ese tipo de ocio “repetitivo”, los promotores de Funi Sundays defienden que el evento que han creado será “una experiencia positiva en su totalidad”. Y razonan: “Funi Sundays en sí mismo es el motivo, al ser una apuesta diferente, al aire libre y con diferentes elementos que lo hacen atractivo como el mercadillo, bebidas especiales y un menú diferente”.