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La modificación del PGOU permite a La Naja albergar nuevos negocios

La estación podría acoger un local comercial o un bar, pero no una discoteca

La modificación del PGOU permite a La Naja albergar nuevos negociosFoto: DEIA

Bilbao - La antigua estación de La Naja está más cerca de volver a cobrar vida. El Ayuntamiento de Bilbao inició ayer la tramitación urbanística que permitirá que el céntrico emplazamiento pueda cambiar de uso. Esta modificación autorizará que los andenes ubicados bajo la estación de la Concordia puedan albergar un local comercial o de uso equipamental o de servicios, así como un bar o un restaurante. En ningún caso se aceptará que la instalación pase a ser un pub o una discoteca, como se llegó a especular hace unos años.

Las instalaciones, situadas en un sitio de transición estratégico entre el Casco Viejo y el Ensanche bilbaino, quedó en desuso después de que los servicios de cercanías se concentraran en la estación de Abando en 1999. Tras llevar a cabo la desafección del servicio público del inmueble, Adif la sacó a concurso en mayo de 2013 para la enajenación del mismo, a un precio de 1,35 millones de euros. Dicha cifra fue pagada por un fondo de inversiones con registro mercantil en Barcelona llamado GP Funds & Treasury, que posteriormente pasó a llamarse El Balcón de la Lola Proyectos y trasladó su domicilio social a Bilbao. En ambas figura como presidente Luis Pascual Franquesa, abogado catalán, en asociación con el expiloto Sete Gibernau.

Si bien en un principio la intención fue reconvertir la estación en una macrosala para conciertos -se rumoreó que la promotora Last Tour International, responsable del festival Bilbao BBK Live tenía interés en ello-, el proyecto se quedó solo en intenciones. De hecho, la imposibilidad de que a día de hoy La Naja albergue un pub o una discoteca tiene que ver con la última modificación del Plan Especial de Rehabilitación del Casco Viejo, que el Consistorio bilbaino aprobó en 2016.

Otra de las utilidades que se barajaron para el espacio antes de que fuera adquirida fue la de ubicar ahí las cocheras y talleres del tranvía, propuesta que tampoco prosperó. De esa forma, el recinto quedó clausurado a cal y canto hasta que en 2014 el encuentro de arquitectura BIA Urban Regeneration Forum sacó a la estación de su letargo por dos semanas al proclamarla sede central de las actividades organizadas. Sea cual sea el uso que finalmente se dé a las instalaciones, tendrán que someterse a una profunda reforma debido al deterioro sufrido tras más de una década abandonado.

Modificación A instancias de los adquirientes del inmueble, el Consistorio inicia ahora simultáneamente los trámites de modificación del Plan General de Ordenación Urbana y del Plan Especial de Rehabilitación del Casco Viejo en referencia a este ámbito, de 2.300 metros cuadrados (con casi 2.000 metros cuadrados construidos). Calificado en la actualidad cono de uso equipamental de carácter público, la presente modificación permitirá su uso comercial, como equipamiento privado y de servicios, o la apertura de un bar o restaurante en ese ámbito.

Según la nueva normativa, las instalaciones verán reducida su edificabilidad para favorecer una futura mejora en la estructuración de los espacios públicos, disminuyendo la superficie construible a 1.675 metros cuadrados en el muelle y hasta 100 metros cuadrados en planta alta.

A su vez, cuando se implante la actividad que sea en la antigua estación, se deberá garantizar la continuidad del borde de la Ría en el nivel del muelle, uniendo mediante un espacio de tránsito el Muelle de Ripa con el Muelle Siervas de Jesús -actualmente sin conexión- y mejorar la comunicación entre el Puente de El Arenal y el muelle en la Plaza de las Mujeres 25 de noviembre, que mantendrá su uso público.

La propuesta de modificación de usos comenzó ayer en el Consejo Asesor de Planeamiento Municipal de Bilbao, órgano por el que deberá volver a pasar, tras un periodo de exposición pública, antes de ser aprobada inicial, provisional y definitivamente por el pleno municipal.