Bilbao - La accesibilidad de la ciudadanía, en todas sus vertientes, es uno de los asuntos que más preocupa a los bilbainos. El próximo pleno que tendrá lugar este jueves será muestra de ello, ya que las tres propuestas vecinales que se elevarán abordan problemas concretos de esta materia: desde el soterramiento de la línea Feve a su paso por Zorrotza con el objetivo de eliminar uno de los puntos negros del barrio a la edificación de un nuevo ascensor en Uribarri para salvar pendientes o el traslado de la asociación de Jubilados de Abando a otro edificio al que puedan llegar con más facilidad.
El fatal accidente ocurrido el pasado 7 de diciembre, cuando dos mujeres fueron arrolladas por un tren de Feve a su paso por Zorrotza volvió a sacar a la palestra una demanda histórica del barrio. Una de las mujeres, de 94 años, murió al día siguiente del arrollamiento, mientras que la otra, de 87 años, falleció hace dos semanas debido a las secuelas del atropello. El accidente conmocionó a los vecinos del barrio que presentaron en enero una propuesta para eliminar el paso a nivel, lo que supondría el soterramiento de las vías.
La propuesta, que no pudo incluirse en el pasado pleno ya que solo se aceptan tres proposiciones vecinales por sesión, será defendida este jueves por Juan Carlos Rodríguez Villarino, secretario de la Asociación Vecinal de Zorrotza. De esa forma, instará a la creación de una comisión interinstitucional para solicitar el soterramiento de la citada línea, además de una reunión “urgente” con el Ministerio de Fomento y Adif para la toma de decisiones presupuestarias. También defenderá la importancia de que el Gobierno vasco haga lo propio, descontando del Cupo que se paga al Estado. Asimismo, pedirán que las decisiones que se adopten se consensúen con la asociación vecinal.
Por otra parte, vecinos del distrito dos, representados por Agurtzane Gallo Deusto, pedirán la aprobación para instalar un ascensor que permita salvar el desnivel existente entre Uribarri y Campo Volantín. Para ello cuentan con el aval de 3.257 firmas recogidas en el barrio. Según relató Gallo Deusto en una comisión reciente, “en 2009 el Ayuntamiento de Bilbao concedió una licencia de obras a Promociones Etxeak para la construcción de un edificio en Campo Volantín el que incluía la urbanización de la parte trasera del mismo, con la inclusión de un ascensor en dicha zona”. Sin embargo, tal y como expuso esta vecina, esta empresa renunció a la ejecución del proyecto. Dos años más tarde, el Consistorio volvió a mostrar interés en la instalación de un ascensor aunque en mayo de 2016 se inauguró el hotel Bilbao Plaza sin que se haya ejecutado ninguna acción concreta en ese sentido.
Los vecinos del barrio defienden la “imperiosa necesidad de salvar el desnivel” existente, un problema de accesibilidad que no se subsana con las rampas mecánicas instaladas. Por ese motivo, los ciudadanos del distrito dos consideran que un ascensor es la “solución idónea” para facilitar la interconexión en los barrios del distrito y el centro de la ciudad. Además, generaría un entorno más limpio, libre de los gases que emiten otros transportes. Entre los argumentos defendidos por Gallo Deusto, destaca el desnivel existente para el acceso al centro de salud de Osakidetza ubicado en la calle Príncipe de Viana -con un área de influencia de 23.000 personas-, al que a diario se trasladan “muchos enfermos incapacitados que deben acudir en coche o en taxi”.
En esa misma línea discurre la tercera de las propuestas vecinales que Belén Trueba Herranz, presidenta de la asociación de Jubilados y Pensionistas de Abando, elevará al pleno. Según esta vecina, el acceso al local que poseen en los bajos de Uribitarte es complicado para gran parte de los 850 socios con los que actualmente cuenta la asociación. En ese sentido, instará al pleno a que adopte las medidas necesarias para su traslado al Edificio Ensanche, una petición que llevan años defendiendo. “El centro de Uribitarte está alejado de la mayoría de los socios porque queda en un extremo del distrito”, alegó la presidente de la asociación, quien puntualizó que la media de edad de la misma es de 77 años, “hay gente muy mayor”.