BIlbao - El servicio de Ordenación de Tráfico y Aparcamiento (OTA) de la villa comienza el año con una nueva contrata que deberá aplicar el cambio de filosofía previsto por el Ayuntamiento de Bilbao para tener mayor control del modelo de gestión. Entre las primeras medidas que se implantarán destaca la incorporación de 20 coches eléctricos con lectura automática de matrículas que circularán por la ciudad a partir de febrero como complemento al servicio de vigilantes. Ello permitirá que después de verano se presente una aplicación móvil en la que los usuarios podrán conocer en tiempo real la disponibilidad de las plazas además de formalizar los pagos sin necesidad de acercarse a los parquímetros.

Aunque la flota al completo no estará en funcionamiento hasta febrero, los primeros vehículos comenzarán a circular a partir del próximo día 16, fecha en la que se materializará el traspaso de empresas. Cabe recordar que será la UTE compuesta por Eysa-Cycasa la que gestionará hasta 2020 la golosa adjudicación valorada en más de 55,7 millones de euros. Así lo dirimió el Órgano Administrativo de Recursos Contractuales (OARC) dependiente del Gobierno vasco tras emitir una resolución impugnando la contratación municipal que el Consistorio bilbaino había concedido a Gertek y Acciona, los cuales se encargaban del servicio desde 2002.

Mientras la impugnación sigue su curso por la vía contencioso-administrativa, la concesionaria actual iniciará su servicio a mediados de este mes sin que ello suponga ninguna afección operativa ni tarifaria para los usuarios. Eso sí, a partir de ahora la oficina de atención al usuario estará situada en el número 1 de la calle El Cristo. Según los pliegos de la nueva contratación, la idea es que el Consistorio controle el aparcamiento en la vía pública. Alfonso Gil, concejal de Circulación, Transportes y Medio Ambiente, especifica que “el Ayuntamiento pasa a tener control total de las matrículas que están aparcadas en el espacio viario, un control que estará redoblado con los vehículos que se incorporan”.

De esa forma, la vigilancia de la OTA la efectuarán tanto los coches, que serán eléctricos, como el personal de vigilancia, que ha sido subrogado y que deberá formarse para adaptarse al nuevo método de trabajo. Entre otras cuestiones, se contempla también un mayor control de zonas de carga y descarga, así como de parcelas destinadas a las personas con movilidad reducida. El objetivo final es que los usuarios no estacionen en las plazas destinadas a usos específicos.

Aplicación móvil Asimismo, a partir de primavera, los parquímetros irán reemplazándose y, a finales de verano, se prevé la instalación de 49 nuevos dispositivos. “Cambiará el software de las máquinas para implantar uno estándar más funcional”, afirma Alfonso Gil, quien reveló que los días 14 y 15 de enero los funcionarios municipales revisarán todos los parquímetros en compañía de trabajadores de las empresas saliente y entrante para poner todo a punto.

En cualquier caso, el edil bilbaino asegura que “más que por los parquímetros el uso de la OTA estará determinado por el uso de los smartphones”. Alfonso Gil se refiere así a la aplicación móvil que la empresa pondrá en marcha en otoño, lo que permitirá que los usuarios tengan información en tiempo real sobre la disponibilidad de plazas libres que se irá actualizando cada 15 minutos. Además, el ciudadano podrá realizar el pago del servicio a través de dicha aplicación sin necesidad de acercarse a los parquímetros. “Después de consignar una cantidad si se dejara libre la plaza antes de lo previsto, el Ayuntamiento devolvería el tiempo no consumido”, explica el concejal, quien revela que a partir de ahora será la Hacienda municipal la que controle todas las operaciones.

El último hito, ya para 2018, será el lanzamiento de una única aplicación móvil con todos los servicios de movilidad bilbainos integrados. “Aportará información sobre las paradas de Bilbobus con sus correspondientes horarios, los aparcamientos bajo rasante disponibles, las bicicletas de Bilbon Bizi libres...”, concreta Alfonso Gil. Ello llegará después de que el próximo mes de septiembre se concrete el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Bilbao, una de las mayores prioridades del área para esta legislatura. Por de pronto, la nueva gestión de la OTA traerá consigo ciertas ventajas a las arcas municipales ya que “hasta ahora si el Ayuntamiento quería peatonalizar una calle, al restar una serie de parcelas de aparcamiento, tenía que indemnizar a la empresa. Todo eso desaparece”, declara el concejal.

Proceso judicial El proceso de licitación del contrato del servicio de vigilancia de la OTA se ha alargado más de medio año. En junio de 2016, el Ayuntamiento de Bilbao adjudicó la gestión a la UTE formada por Gertek y Acciona. Sin embargo, dicha decisión fue impugnada por el OARC, alegando “incongruencias” en referencia a un tecnicismo que en teoría no cumplían los parquímetros con respecto a los pliegos de contratación. De esa forma, el órgano dependiente del Gobierno vasco otorgó la razón al recurso presentado por Eysa-Cycasa [segunda en el concurso], obligando al Consistorio a cederle la concesión.

Ante esta situación, las UTE compuestas por Gertek y Acciona además de Sice-Vectalia -otra de las licitadoras- presentaron otro recurso ante la OARC. Según la segunda resolución de este órgano, con fecha del 12 de diciembre, a la que ha tenido acceso DEIA, el primero de ellos fue “inadmitido por falta de legitimación”, ya que la exclusión de Eysa-Cycasa no le beneficiaría; mientras que el segundo se consideró “extemporáneo” puesto que podría haber recurrido en la primera adjudicación con la misma motivación pero no lo hizo.

Contra esta segunda resolución, solo cabe la interposición de un recurso contencioso-administrativo, una vía que Gertek y Acciona han emprendido. También lo ha hecho el Ayuntamiento de Bilbao, al considerar que debe defender la primera decisión tomada por sus técnicos cuando se realizó la primera adjudicación. Sin embargo, la posibilidad de que los recursos prosperen es limitada, ya que los jueces habitúan a esgrimir argumentos jurídicos similares al OARC, por lo que con toda probabilidad será Eysa-Cycasa la que gestione la OTA de Bilbao hasta 2020.