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Las emprendedoras comparten sus sueños

El primer encuentro interprofesional organizado por la asociación Emakumeekin reúne en Bilbao a 130 mujeres para visibilizar su labor en la sociedad y tejer una red que sirva para crear nuevas oportunidades de negocio

Las emprendedoras comparten sus sueños

Bilbao - No se conocían entre ellas, ni tampoco sabían en qué iba a consistir el evento al que se habían apuntado. Solo tenían la hora (10.30) del acto; el lugar, Bilborock, y los requisitos que debían cumplir: ser mujer y emprendedora.

130 personas participaron ayer en el primer Neskworking (trabajar la red de contactos) organizado por Emakumeekin, asociación que trabaja para la promoción y desarrollo del emprendimiento de las mujeres en Euskadi. Participantes con diferentes perfiles -abogadas, consultoras, enfermeras, ingenieras, sumiller, artistas, creadoras de moda, organizadora de eventos...- compartieron sus experiencias, intercambiaron vivencias y descubrieron sin pudor sus miedos y las dificultades de lanzarse a la aventura del emprendizaje. “Me he sentido muy a gusto. Nunca había participado en nada igual y la experiencia ha sido muy, pero que muy positiva”, apuntó Marisol, empresaria del Grupo Seint. “Hace 23 años que montamos el negocio en Bilbao y, entonces, las mujeres apenas teníamos voz y voto. Aunque llevo muchos años, nunca había participado en nada igual y salgo sorprendida del potencial que existe”, destacó.

Las sensaciones que se respiraban al término del evento fueron muy “positivas”, no solo en lo profesional sino también en el aspecto emocional, enormemente importante, ya que, según dijo la presidenta de Emakumeekin, Susana Zaballa, el objetivo era “ganar confianza y recuperar seguridad, además de tejer una red de oportunidades para futuros negocios”. “Nosotras tampoco sabíamos cómo iba a desarrollarse el evento, pero estamos muy contentas con la participación y el ambiente que se ha generado a lo largo de la mañana”, dijo. Y prosiguió: “Me quedo con la frase que me ha dicho Tamara, diseñadora de bolsos de Algorta: No sabía que en este evento iba a despertarse mi capacidad de sorpresa”.

El primer contacto no fue fácil, como sucede en todos los comienzos. Costó romper el hielo, porque, como dice Gessami Forner -creadora de Minis, libros en formato pequeño-, aunque sea una persona extrovertida “no es fácil hablar de lo que una hace ante la gente”. Para eso es fundamental hallar ese escenario donde todas, sin excepción y al mismo nivel, puedan exponer sus historias. Fue lo que se consiguió en la bilbaina sala Bilborock. El clímax que se logró, “repleto de buen rollo y muchas ganas”, facilitó a las participantes intercambiar infinidad de experiencias y de ampliar la lista de contactos. La dinámica que se eligió para el evento, basada en juegos sencillos, ayudó para que las mujeres emprendedoras pudiesen interactuar entre ellas y hallar a otras con perfil similares. Sin embargo, no todas las que tomaron parte del evento buscaban hacer negocio. “Yo he venido a poner cara a otras mujeres que como yo se han lanzado al mundo de la creación o, simplemente, han decidido dejarlo todo y ponerse manos a la obra en un proyecto solas”, destacó Gessamí. Participar en el evento resultó muy satisfactorio para la creadora de los libros infantiles en pequeño formato. “Hay tanto potencial y tantas de hacer cosas. Ha sido un acierto participar porque salgo enriquecida por la experiencia y la gente tan interesante que he encontrado”, apuntó la periodista y escritora.

Repetir Emakumeekin tiene previsto repetir el evento en Donostia en otoño, “porque todavía queda mucha labor por hacer”, apunta Susana Zaballa. En opinión de la presidenta de la asociación, este tipo de iniciativas, en las que se pretende visibilizar la capacidad y la labor empresarial de las mujeres en Euskadi, forman parte de “un sueño, de muchos sueños juntos creados por las miles de historias de emprendedoras en Euskadi”.

Ayer, cada una de las 130 mujeres que tomaron parte en el evento se caracterizaron por ser ejemplo de “fortaleza y de valentía”, fundamental para hacer frente a una realidad en la que todavía ser mujer es un handicap para hacerse un hueco en el mercado laboral. “Una mujer para ganar la confianza en una empresa tiene que demostrar sus cualidades tres veces más que un hombre”, comentó Alba Donadeu, la única maestra cervecera del Estado. Donadeu es la creadora de la cerveza artesanal Boga, de Mungia, y, forma parte de un equipo de seis personas. Cinco son hombres. “Los inicios son duros. Han sido dos años de mucho trabajo”, apunta. Alba confiesa que trabajar en un equipo de hombres no es fácil porque siempre se crean diferencias a la hora de plantear las formas de negocio. “Me olvido de todo cuando voy a un bar y veo a una persona tomando una cerveza creada con mis manos. Esa es la mayor de las satisfacciones”, dice.

Ohiana, Ana, Miren, María, Susana, Pilar, Garazi, Marina, Olga... son solo algunas de las mujeres emprendedoras que un día decidieron dar forma a sus sueños. “En verano tendré lista la empresa para preparar inmuebles para su comercialización en el mercado inmobiliario (Home Staging). Dejé un trabajo fijo de ingeniera. Mientras tanto, me gano la vida cuidando niños y trabajando en bares; pero lo conseguiré”, concluye con mucha fuerza Marina.