El nuevo ambulatorio de El Karmelo abre para atender a 12.500 vecinos del barrio

FIN de semana a contrarreloj. El viernes, después de 42 años, cerraba sus puertas el antiguo centro de salud de El Karmelo, en el barrio bilbaino de Santutxu, para dar paso a un nuevo, moderno y más amplio ambulatorio en la calle Aita Esteban Pernet. “Hemos estado sin parar todo el fin de semana”, comentaba Carmen González, jefa de la unidad del centro. Lo más importante, según explicó González, era intentar que el cambio de ubicación no perjudicase al servicio. A las 6.00 de la mañana varios informáticos se afanaron en instalar los equipos informáticos con el objetivo de poder funcionar con la máxima normalidad y poder iniciar la jornada del lunes dando citas a los pacientes. Para evitar problemas y colas a primera hora de la mañana, solo atendieron los casos más urgentes. “Lo hemos hecho por precaución. A partir de las 10.00 de la mañana hemos estado funcionando sin problemas y con total normalidad”, destacaba satisfecha González. “Un cambio así no es fácil. Hay que hacerlo rápido, en tiempo récord. Hemos aprovechado parte del mobiliario del centro viejo y hemos traído también el material sanitario, los archivos... Ha sido un fin de semana de locura, pero estamos contentos de cómo hemos empezado y lo bien que está funcionando todo”, describía la responsable del centro.

En un panel en la entrada aparecía el nombre de los médicos y la consulta en la que atendían a los pacientes. “Todavía queda colocar los rótulos con los nombres de los médicos en cada una de las consultas. He pedido que provisionalmente lo coloquen para que la gente sepa cuál es la consulta que le corresponde”, dijo la jefa de la unidad. El nuevo centro de salud presta servicio de 8.00 a 20.00 horas de lunes a viernes, con una plantilla de 26 profesionales: ocho médicos de medicina familiar, dos pediatras, nueve enfermeras y seis auxiliares y celadores. El centro de salud de El Karmelo da servicio a una población de 12.500 habitantes, en la que destaca el elevado porcentaje de personas mayores de 65 años. Nieves, aguardaba la cola para coger cita para su médico de cabecera. “Estoy encantada. Vivo en el portal de al lado”, explicó la mujer. Amelia, otra usuaria, acudió al ambulatorio para que le mirasen el brazo tras haber sufrido una caída. “¿Tengo que pedir cita aquí?”, preguntó la mujer. “Me he tropezado y me duele el brazo. Espero no tenerlo roto”, apostilló.

El ir y venir de pacientes fue constante a lo largo de toda la jornada. Los usuarios del centro se mostraron satisfechos con las instalaciones, más amplias. “No tienen ni color. Ya ha sido hora de que nos encontrasen un espacio así. El otro centro estaba viejo, obsoleto y, además, era muy pequeño para toda la gente que lo utilizamos”, afirmaba José Luis. El actual centro está dividido en tres alturas; planta cero, la primera, -en la que se ubican las consultas- y la segunda, en la que, como novedad, una matrona atenderá a las mujeres embarazadas. “El servicio de pediatría ocupa un espacio apartado del resto de las consultas para ofrecer así un mejor servicio”, concluyó González.