BILBAO. La empresa Funeraria Bilbaina instalará en el crematorio de Zumalakarregi un filtro depurador de gases de última generación para evitar la contaminación atmosférica de las incineraciones que se llevan a cabo en sus instalaciones, que han suscitado las quejas y el temor de los vecinos. Esta es una de las exigencias del departamento vasco de Medio Ambiente para que el horno continúe con su actividad ocho años más. Los vecinos, que descartan la vía judicial aunque continuarán con otras medidas para paralizar esta actividad, se mostraron ayer escépticos respecto a los controles exigidos, aunque reconocieron que la instalación de un filtro de estas características "es una garantía".

El crematorio de Zumalakarregi podrá continuar con su actividad al menos otros ocho años a partir de ayer, fecha en la que expiró la primera concesión que le dio el Gobierno vasco en 2011, pero estará sometido a unos controles más severos para garantizar la tranquilidad de los vecinos que viven en ese entorno y que se siente afectados. Entre las nuevas medidas exigidas, según anunció el martes la consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, en una comparencia en el Parlamento Vasco, se encuentra precisamente la instalación de lo que se conoce como un horno de mangas depurador de gases. Según señaló ayer el gerente de Funeraria Bilbaina, José Ángel Rojo, "con esta instalación, el crematorio de Bilbao será el primero de Euskadi con un depurador de estas características y uno de los primeros del Estado, lo que sitúa a este tanatorio en unos términos de vanguardia ambiental". Rojo señaló que "es un esfuerzo para la empresa, pero redundará en los servicios que se ofrecen y también en el entorno vecinal". La instalación se llevará a cabo este año y ratifica el "firme compromiso de Funeraria Bilbaina con el cumplimiento de la legalidad y la defensa del medio ambiente, sometiéndose como ha hecho hasta la fecha, a todas las actuaciones que la ley exija".

Los vecinos Los vecinos de Zumalakarregi señalaron ayer que es muy pronto para hacer una valoración con la cabeza fría, pero descartan la vía judicial "porque no disponemos del costo que nos supondría agotar esa vía", señaló uno de los vecinos de la asociación Gure Etxea, que aglutina a los residentes de Zumalakarregi afectados por las emisiones.

Además, señalaron que "la confianza que tenemos en la Justicia es cero". "Cuando el Ayuntamiento asumió la responsabilidad de la licencia del tanatorio, se demostró que se habían hecho mal los deberes. Se permitió que pasara el tiempo sin gestionar lo que se debía y por silencio administrativo consiguieron la licencia, lo cual es gravísimo", apuntaron.

Ahora quieren evaluar "la posibilidad de que como se ha hecho con Iberdrola, Panera o Iparlat, el Ayuntamiento proponga una permuta de suelo o de ubicación. Es un tema que analizaremos y veremos la viabilidad que tiene". Porque, los controles exigidos, a su juicio "no son una garantía. Siguen basándose en la ley de 1975 en cuanto a número de mediciones y elementos a medir. No entran a valorar que estamos en un casco urbano. Ahora mismo está claro que no tiene ningún sistema de filtraje, la incineración está a tiro libre".

Respecto a la instalación del filtro de mangas admiten que "sería una garantía, pero está claro que tendrán que hacer una obra importante porque un filtro de mangas es un equipamiento de un volumen importante. Dentro de la instalación no lo van a poder hacer, quizás tengan que ampliar el volumen del tejado".

Por su parte, Cristina Ruiz, portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Bilbao, exigió ayer tanto al Gobierno vasco como al Ayuntamiento máximo esfuerzo para dar tranquilidad y garantías de seguridad a los vecinos afectados. "Puesto que tenemos crematorio para rato y puesto que la inquietud de los vecinos no cesa, tanto el Gobierno vasco como el Ayuntamiento de Bilbao están obligados a un esfuerzo máximo de información veraz y de comunicación con los vecinos afectados".

El portavoz del PSE, Alfonso Gil, confesó que por su parte "hubiéramos preferido que la licencia no fuera por ocho años sino por tres para, de esa manera, tener un mayor control".