Bilbao. El patio del colegio Jesuitas de Indautxu de Bilbao se convirtió ayer en el escenario de emotivos abrazos y de numerosos besos. Las emociones estuvieron a flor de piel, para algunos por la llegada de sus seres queridos, y para otros, por la partida. Doce de las 20 tandas de vacaciones que organiza Gorabide llegaron ayer a la villa. Allí les esperaban los familiares impacientes. En total, 204 personas han disfrutado de las vacaciones organizadas por la asociación vizcaina sin ánimo de lucro. Han disfrutado de casi dos semanas con la compañía de monitores que han estado pendientes de ellos en todo momento. Tras un periodo de descanso, este grupo de personas regresó ayer con la ilusión de volver a ver a sus familiares tras varias semanas lejos. El programa de vacaciones de verano de la asociación vizcaina Gorabide une entre julio y agosto a 445 personas con discapacidad intelectual y 140 voluntarios, que han viajado a diez destinos diferentes en Euskadi, Asturias, Huesca o La Rioja. Doce de las veinte tandas de vacaciones se encontraron ayer en el patio del colegio bilbaino. Algunas regresaban y otras, en cambio, partían a los distintos destinos vacacionales. En total, fueron 204 las personas que conformaban el grupo de vuelta regresaban a Bilbao desde Lizarra, Iruñea, Zarautz, Laredo, Gijón y Hondarribia. Otros cuatro grupos dieron comienzo ayer a sus vacaciones, que se alargarán las próximas dos semanas y en las que repetirán destinos. Los ocho grupos restantes, conformados por 173 personas con discapacidad y 63 monitores, estuvieron de vacaciones durante el mes de julio. Cada tanda consta de un grupo de entre 15 y 30 personas a las que acompañan de 5 a 10 voluntarios, dependiendo de las edades y las necesidades de apoyo.

El objetivo de estas salidas que organiza todos los años la asociación Gorabide es abrir el abanico de posibilidades para que las personas con alguna discapacidad tengas las mismas opciones que el resto de las personas.