Bilbao. Los cines Capitol concluyeron el domingo su andadura cinematográfica en Bilbao, pero no es el fin. Las butacas del último gran cine de la villa volverán a llenarse de espectadores. No, no es que desde Circuito Coliseo hayan dado marcha a atrás. Sino que el exhibidor, junto a la Agencia Vasca de Cooperación y Desarrollo y la ONG Kultura, Communication y Desarrollo (KDC), trasladarán a Cuba las salas bilbainas. Los Capitol renacerán en La Habana.

No han esperado ni un día. El domingo las salas cerraron sus puertas al público pero ayer volvieron a abrirse para dejar paso a varios operarios que, afanados, comenzaron a desmontar las butacas de las cuatro salas. "Hemos donado el material para trasladar el interior del cine a Cuba", explicaba ayer a DEIA el director de Circuito Coliseo, Alejandro Beitia. En total, KDC, una ONG que tiene como misión fomentar el desarrollo a través de la comunicación y la cultura, transportará hasta la capital cubana seis contenedores cargados con 800 butacas, tres pantallas de cine, tres equipos de proyección de 35 milímetros y tres equipos de sonido Dolby completos.

Las salas partirán hacia Cuba mañana, miércoles, día en el que los locales quedarán completamente vacíos. Este reciclaje ayudará a qué muchas personas continúen disfrutando de la magia de la gran pantalla, eso sí, a 7.186 kilómetros de Bilbao. El Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) será el encargado de poner en marcha la réplica caribeña de los Capitol. "Me hace mucha ilusión que parte de lo que hemos hecho pueda seguir vivo en La Habana", se sincera el director de la exhibidora.

En la calle Villarías el día de ayer estuvo marcado por la entrada y salida de operarios del cine. "Hemos repartido el material del interior, por ejemplo, la Sala BBK se quedará con los asientos para los niños", enumeraba el director. "De hecho, si hemos cerrado ayer -por el domingo- ha sido porque si no a la ONG no le daba tiempo a trasladarlos hasta Cuba", explicaba.

En su último día, los cines acogieron 325 espectadores. Muchos de ellos se acercaron únicamente para vivir en primera persona la experiencia de la última proyección de los Capitol. Para Beitia, fue "muy bonito", que los bilbainos se acercaran hasta los cines para sacarse fotografías. "Yo también lo he hecho", admite, "a mí me da mucha pena cerrar un cine", confiesa.

Sin embargo, las salas ya no eran rentables. En los últimos años, los Capitol habían experimentado una gran pérdida de espectadores. En 1999 pasaron por sus cuatro salas 409.074. El pasado año la cifra se redujo hasta los 150.051. "Nos ha hecho mucho daño la piratería, las descargas en los móviles, el fútbol, que siempre se juegan los partidos en las mismas horas en las que hay pases de cine...", detalla Beitia.

crear empleo Estas cifras han abocado al cierre de los cines y a su reconversión en una tienda deportiva. "La apertura de Decathlon será buena para la ciudad. Va a favorecer que haya más comercio en esta calle y que quienes quieran comprar en esta cadena no tengan que desplazarse fuera. Esto al final beneficiará al resto de comercios ya que se realizarán todas las compras en Bilbao", señala el director de Circuito Coliseo. "Además, creará empleo, más o menos 100 puestos, lo cual también es muy bueno", añade. Sobre el beneficio que le generará a Circuito Coliseo- que tras la venta de sus cines de Zubiarte y Max Ocio aún gestiona los Multicines- el alquiler del local de la calle Villarías, Beitia desmiente que se trate de dos millones anuales, "más bien ronda la mitad".