El Surne Bilbao Basket afronta el ejercicio 2025-26 de la FIBA Europe Cup experimentando una placentera sensación que hasta ahora le resultaba desconocida: la de arrancar con la responsabilidad y el privilegio de defender un título, con todas las miradas y los dedos apuntando hacia Miribilla para señalar al gran rival a batir, al referente a derribar para arrebatarle la corona continental. El conjunto de Jaume Ponsarnau se ha ganado ese estatus con el título conquistado el pasado curso en Salónica, territorio volcánico amansado de manera brillante por los hombres de negro, que este martes darán inicio a la defensa de su cetro en el Bilbao Arena recibiendo al Peristeri griego, el rival más peligroso de un Grupo E que incluye también al Kutaisi georgiano, un viejo conocido de esta competición, y el Basket Brno de la República Checa. Los primeros clasificados de los diez grupos de la fase inaugural, además de los seis mejores segundos, accederán a la siguiente ronda.

En la mente del Surne Bilbao Basket, convencido de que su nivel competitivo ha subido con respecto al pasado ejercicio y de que ha mejorado en aspectos vitales dentro del baloncesto que se juega hoy en día, figura el sueño de convertirse en el primero que consigue repetir título en una competición en la que cumple su tercera participación y en la que, una vez más, los grandes aspirantes a la gloria se concentran en las ligas más competitivas del viejo continente, con especial mención a una Liga Endesa que también aporta como participantes a UCAM Murcia y Casademont Zaragoza.

Murcia y Zaragoza

Los de Sito Alonso, que han ganado los dos encuentros de la ACB que han disputado hasta el momento, cayeron desde la fase de clasificación de la Basketball Champions League y presentan un equipo largo y bien armado en el que sobresalen jugadores como Dylan Ennis, Jonah Radebaugh, Michael Forrest, Devontae Cacok o Howard Sant-Roos. Por su parte, el conjunto aragonés es ya un habitual de esta competición continental, en la que hasta el momento no ha acabado de dar el paso necesario para convertirse en aspirante al título. Con Trae Bell-Haynes, Devin Robinson, Santi Yusta, Joel Soriano y Erik Stevenson, entre otros, en nómina, deberían estar muy arriba.

Italia y Francia

Las principales amenazas para los conjuntos de la Liga Endesa llegan probablemente desde Italia y Francia. El Reggio Emilia cuenta con un muy potente y reconocible quinteto principal formado por Troy Caupain, Jamar Smith, Luca Vitali, Kwan Cheatham y Jaime Echenique, además de jugadores estadounidenses de perfil más bajo; mientras que el Dinamo Sassari, que ha arrancado con un 0-2 en su liga, parece algo lejos de ese nivel pero tiene también calidad y experiencia de la mano de Desure Buie, Laurynas Beliauskas, Nick McGlynn, Rashawn Thomas o Nate Johnson.

Por su parte, el Dijon, víctima de los hombres de negro el pasado ejercicio en semifinales con aquella remontada histórica en Miribilla, sigue con David Holston, Axel Julien o Gregor Horvat y en verano incorporó a Justin Bibbins, Tariq Owens y el veteranísimo Charles Kahudi.

Bundesliga

En lo que a los representantes alemanes se refiere, los Rostock Seawolves han arrancado con balance negativo la BBL pese a los buenos números de tres de sus exteriores estadounidenses: TJ Crockett, D’Shawn Schwartz y DeAndre Lansdowne, componente de aquellos alocados Niners Chemnitz que hace dos ejercicios ganaron el título tras eliminar en semifinales al Surne Bilbao Basket. Por su parte, el Rasta Vechta cuenta con un anotador de perímetro de muy interesante nivel como Alonzo Verge, con fugaz paso reciente por el Leyma Coruña, junto a jóvenes interesantes como TJ Bamba; y el Lowen Braunschweig de Barra Njie o Josh Obiesie tendrá que dar probablemente prioridad a su mal arranque (0-4) en la competición doméstica.

El Peristeri, primer rival este curso del conjunto vizcaino, y el PAOK de Salónica, su víctima en la última final, serán los representantes de Grecia. La escuadra que visitará este martes el Bilbao Arena tiene en Ty Nichols, por encima de los 20 puntos de media en los dos primeros partidos de la competición doméstica, a su gran referente ofensivo, mientras que el actual subcampeón, ahora a los mandos de Jure Zdvoc, ha cambiado notablemente su estructura y presenta un novedoso quinteto de referencia: Stephen Brown, KJ Jackson, Tomas Dimsa, Cleveland Melvin y el exhombre de negro Marvin Jones. En lo que se refiere al baloncesto turco, el Aliaga Petkimspor está teniendo en dos exjugadores de la ACB, Martynas Sajus y Yannick Franke, a dos de sus mejores jugadores a la espera de que sus estadounidenses den un paso al frente en cuanto a rendimiento.

Secundarios

Además, todos los años acostumbra a haber equipos procedentes de ligas mucho más secundarias que venden muy cara su piel en la FIBA Europe Cup. En la presente edición, puede ser el caso del Anwil Wloclawek polaco, campeón en la edición 2022-23, con el exjugador del Zaragoza AJ Slaughter o el base islandés Elvar Fridriksson en sus filas; el Porto luso, con dos presencias en cuartos de final, que ha sorprendido con el fichaje de Axel Toupane, alero francés con pasado en la NBA, aunque su referente está siendo el anotador Javian Davis; el Oradea rumano, con un quinteto notablemente competitivo como el que forman Kris Richards, Thomas Bropleh, Bandja Sy, Sayeed Pridgett o Kalif Young; o el KK Bosna balcánico, con piezas con pasado en la Liga Endesa como es el caso de Edin Atic o Janari Joesaar.

Todos estos equipos figuran en el amplio ramillete de pretendientes que arrancan la competición con el deseo de arrebatar el cetro de campeón de las manos del Surne Bilbao Basket. Hasta el momento, los de Ponsarnau han sabido moverse de manera muy notable en esta FIBA Europe Cup (un título y unas semifinales) y vuelven a tener entre ceja y ceja la posibilidad de repetir gesta. El primer paso para la defensa de la corona, hoy.