El Surne Bilbao Basket ha querido trasladar este martes una imagen de convencimiento absoluto sobre sus opciones de remontar este miércoles en Miribilla (20.00 horas) el déficit de 19 puntos acumulado siete días atrás en Dijon para catapultarse hasta la final de la FIBA Europe Cup. El reto, con la dificultad añadida de las lesiones de los dos pívots principales de la plantilla, Tryggvi Hlinason y Marvin Jones, es complicadísimo, pero en el seno del vestuario vizcaino se considera asumible, recordando que el pasado curso ya lograron exactamente lo mismo en cuartos de final de esta competición ante el Legia Varsovia.
“Se puede ganar por más de 19 puntos. Podemos remontar”, ha expresado Jaume Ponsarnau. “Es cierto que además tenemos el hándicap de la baja de Tryggvi y Mavin, que nos ha obligado a cambiar muchas cosas en una posición tan importante, pero a pesar de todo eso se puede. Ahora se trata de identificar qué tenemos que hacer bien y centrar en eso nuestros esfuerzos. Nuestras posibilidades pasan por jugar fluidos, dinámicos, dominar el ritmo del partido perdiendo pocos balones y corriendo, dominar el rebote… Que todo eso, además, contagie a la gente que venga a ayudar al equipo y a estar con él. Que cuando la dinámica del partido no sea para remontar seamos capaces de seguir porque aún hay tiempo. En eso queremos estar centrados”, ha argumentado el técnico catalán.
Por su parte, Melwin Pantzar ha respaldado ese discurso, añadiendo que “nos agarramos a lo que conseguimos el año pasado ante el Legia. Nosotros creemos de verdad que podemos remontar. Vamos a darlo todo. Ya lo logramos la temporada pasada. Todo es posible. Tenemos que ir paso a paso, posesión a posesión. Meter, defender, meter, defender. Suena muy fácil pero es lo que tenemos que hacer, aunque sabemos que va a ser muy difícil. Hacer nuestro juego y confiar en el entrenador y en su plan de partido”. No ha escondido que “es difícil jugar contra los equipos franceses porque son muy físicos, más que nosotros y presionan mucho”, pero ha sido contundente al señalar que “esto es una semifinal y todo eso da igual. Vamos a ir a muerte”.
CONTROL DEL RITMO
Sobre el desarrollo del encuentro para poder lograr el objetivo, Ponsarnau ha puesto el foco en el control del ritmo. “Para correr y que no corran hay que perder muchos balones menos que los que perdimos en los primeros 40 minutos y tienes que dominar el rebote. En esto último, en el momento en el que nos superaron mentalmente nos hicieron mucho daño. Es uno de los retos. Ellos no tienen mucha altura, pero tienen mucho atleticismo y mucha fuerza, tienen mucha presencia y jugadores con un impacto muy grande en esta faceta del juego. El micropartido del rebote lo tenemos que ganar”, ha destacado, haciendo hincapié también en la importancia de no caer en urgencias.
“En un partido así siempre está el balance que tienes que tener entre querer ganar el ritmo y no perderlo. A veces tienes que tomar un tiro rápido, pero en ocasiones tocará jugar con más paciencia. Contra su defensa hay una dificultad muy grande que es que te obliga a mover muy rápido el balón, a jugar muy dinámico para atacar bien. Para atacarles bien el balón se tiene que mover”. En ese sentido, ha añadido que “hay tiempo. Eso es muy importante, que la presión de cada posesión no sea para remontar la eliminatoria. Tenemos que encontrar confianzas y dar importancia a cada posesión”.
INCÓGNITA DEFENSIVA
Tampoco escondió que sin sus dos pívots principales la solvencia en retaguardia puede ser una incógnita, lo que mediatizará la búsqueda de un choque más defensivo u ofensivo. “Nosotros hemos sido un equipo muy sólido en defensa, incluso allí excepto en algunos tramos. Pero ahora tenemos otra defensa y no sé si ellos van a encontrar la forma de atacarla con nuestros nuevos matices. Prefiero tener todos los frentes abiertos. En la segunda parte allí en lo que menos sólidos fuimos fue en rebote y en balance defensivo y eso lo debemos cuidar”, ha señalado. La propuesta, con Amar Sylla y Bassala Bagayoko, será distinta. “Hay una nueva competición de dinamismo. Con Tryggvi y Marvin era más de posicionamiento y más táctica. Vamos a ser dinámicos y eso nos puede dar más opciones. No tenerles es un hándicap, pero ahora hay una nueva propuesta. Vamos perdiendo por 19 puntos, hay que hacer cosas diferentes”.
Evidentemente, el arbitraje, su ecuanimidad y el nivel de contactos que se permita, tendrá también gran importancia. “Ojalá tuviésemos un arbitraje tan bueno para los locales como ocurrió en los primeros cuarenta minutos. Otro de los problemas que tuvimos fue que nos afectó y debemos entender que eso no tiene que pasar, que tenemos que estar centrados en las cosas que tenemos que hacer bien”.
APOYO DEL PÚBLICO
Tanto el técnico como el base quisieron hacer un llamamiento al público para que crea también y les respalde en este intento de remontada. “No hicimos un buen partido en Dijon. Tenemos la sensación de que podemos hacerlo mucho mejor. Queremos demostrar que somos un equipo mejor y tenemos ganas y determinación para hacer un buen partido. Ahora jugamos en casa y eso nos va a ayudar muchísimo. Yo le diría a nuestra gente que nos ayude porque es posible, porque trabajamos muy bien todos los días y porque creemos que podemos remontar. Lo hemos hecho antes y sé que no es lo mismo, pero en Miribilla podemos ganar a cualquiera”.
Por su parte, Ponsarnau fue también claro: “Para nuestro trabajo, compromiso y responsabilidad tenemos otra competición probablemente más importante, pero lo de mañana es un partido de máxima ilusión. El reto que hay detrás es muy grande y nos gustaría que la ilusión fuera compartida con nuestra gente porque eso nos da más posibilidades. Del día del Legia uno de los mayores recuerdos que me vienen a la mente fue la conexión con el público”.