El calor ha apretado este jueves a primera de la tarde, pero ni el sol ni las altas temperaturas han impedido que el recinto ferial de Bilbao se haya llenado de música, color y sonrisas para celebrar su apertura oficial. Aunque las atracciones están funcionando desde el pasado fin de semana, el acto ha reunido a representantes municipales, artistas circenses y decenas de curiosos que no han querido perderse esta cita previa al arranque de la edición numero 45 de Aste Nagusia, que el sábado dará su pistoletazo de salida con el esperado txupin.

Desde primeras horas de la tarde, el Parque Etxebarria ha ido recibiendo a familias, cuadrillas de amigos y parejas que han buscado un hueco entre las atracciones para ver de cerca a los protagonistas de la jornada. Los colores de las casetas, el olor a algodón de azúcar y el sonido de los altavoces de las barracas han acompañado a los asistentes en un ambiente que ya ha anticipado la semana más festiva del año para la villa.

A las 17.00 horas, el protagonismo ha sido para el circo. Los artistas, fieles a una tradición que lleva décadas repitiéndose, han realizado la ofrenda floral a la Virgen de Begoña ante la mirada de decenas de personas. Entre el aroma de las flores y el murmullo expectante del público, el párroco ha querido reconocer la labor de estos profesionales del espectáculo. "La vida es eso, es amarse, es darse, es entregarse, es compartir, como hacen los circenses que llenan de alegría y sonrisas a los más pequeños".

El momento de entrega ha estado cargado de simbolismo, y tras depositar el ramo a los pies de la Amatxu, varios artistas han salido al exterior para improvisar un pequeño espectáculo. Malabares y equilibrios imposibles han arrancado aplausos entre un público que, a pesar del calor, no ha querido moverse de su sitio para no perder detalle.

Una hora más tarde, a las 18.00 horas, la atención se ha desplazado hasta la entrada principal del recinto, donde ha tenido lugar la inauguración oficial de las barracas. El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha sido recibido con un aurresku de honor que ha marcado el inicio de una animada kalejira. Acompañado por la corporación municipal, ha recorrido las atracciones entre saludos, apretones de manos y comentarios cómplices con los feriantes, que han trabajado a contrarreloj en los últimos días para tenerlo todo listo.

En su intervención, Aburto ha mostrado su deseo de que "los niños y niñas de Bilbao podáis disfrutar de estas barracas, pasarlo bien y recordar este momento cuando vayáis creciendo en vuestra vida".

El recorrido ha culminado en los icónicos autos de choque, donde el propio alcalde y varios concejales se han subido a los vehículos. Entre risas y choques amistosos, la escena ha despertado una gran expectación entre quienes paseaban por el recinto.

Barracas

Este año, el parque Etxebarria ha ofrecido un total de 72 atracciones: 12 para adultos, 13 infantiles, seis churrerías, 17 casetas de juegos y comida, cuatro bares con terraza y una zona reservada para espectáculos, además de máquinas de habilidad y juegos de azar. El circo ha vuelto a estar presente como uno de los principales reclamos, reforzando el carácter familiar y tradicional de la feria.

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En cuanto a los precios, variarán dependiendo de la atracción y el día. Durante los días de Aste Nagusia (16-23 de agosto) serán los siguientes: atracciones de adultos, 4 euros; atracciones especiales para adultos, 4,5 euros; atracciones infantiles, 3,5 euros; espectáculos, 3,5 euros; espectáculos especiales, 4 euros. Estos precios se verán reducidos en 50 céntimos el resto de días y en 1 euro el Día del Niño.

Con estos dos actos —la ofrenda floral y la apertura oficial—, las barracas de Bilbao han quedado inauguradas, marcando uno de los prólogos más esperados de la gran semana festiva de la ciudad. La música de los puestos cercanos, los aplausos del público y el inconfundible olor a feria han dejado claro que, aunque el calor haya sido protagonista, Bilbao ha vuelto a demostrar que sabe cómo celebrar la llegada de su gran fiesta.