Bilbao Basket 89

Hiopos Lleida 79

SURNE BILBAO BASKET: Abdur-Rakhman (12), De Ridder (10), Jones (14), Pantzar (11), Rabaseda (3) -cinco inicial- Frey (0), Domínguez (0), Gielo (18), Dragic (7), Hlinason (9), Sylla (0), Kullamae (5).

HIPOS LLEIDA: Bost (3), Bropleh (8), Paulí (5), Bozic (7), Oriola (4) -cinco inicial- Walden (11), Villar (4), Madsen (13), Caicedo (4), Hasbrouck (16), Mauri (2), Cooke (2).

Parciales: 20-20, 48-35 (descanso), 66-58 y 89-79.

Árbitros: Perea, Padrós y Fernández. Eliminaron a Oriola.

Incidencias: Lleno en el Poliportivo de Tárrega para el Memorial Óscar Solé.

El Surne Bilbao Basket consiguió su tercera victoria de la pretemporada y tras las dos derrotas ante rivales de Euroliga demostró que ante equipos más terrenales es capaz de imponerse en algunas cuestiones básicas. Apenas 48 horas después de medirse al Baskonia y con un viaje por medio, los hombres de negro mostraron un buen tono físico y el de ayer fue el segundo triunfo del verano ante un recién ascendido, que pudo mantener el choque igualado hasta el minuto 15, pero cedió en ese tramo previo al descanso en los mejores minutos defensivos del Bilbao Basket, que le permitieron marcar un contundente parcial de 20-6.

El Hiopos Lleida exhibió las virtudes que le llevaron al sorprendente ascenso: una defensa incómoda, con mucho uso de las manos, y un ataque con querencia al tiro exterior ya que hasta ahora los catalanes no han podido incorporar un pívot referente. El partido empezó raro, con cuatro antideportivas en apenas cuatro minutos, a la que se sumó una más en el tercer cuarto aplicando ese nuevo criterio, a priori estricto, que será complicado ver en la liga, aunque sería positivo. Así, el juego era deslavazado, con ambos equipos alternando errores y alguna buena acción y con el Bilbao Basket buscando esa ventaja interior que, a veces, le cuesta incurrir en pérdidas de balón. Fueron 18 en total en lo que es claramente el aspecto a mejorar de cara al comienzo de la competición.

Los ilerdenses dominaba por 28-29 cuando llegó lo mejor del equipo de Jaume Ponsarnau, que apretó en defensa y encontró en el acierto en los triples tras una mejor circulación de balón la forma de abrir un hueco importante. Sin embargo, los primeros minutos fueron la otra cara de la moneda, con poca fluidez en ataque ante una defensa que dio un paso adelante, casi al límite, y enredó a los bilbainos. Al mismo tiempo, el Lleida logró anotar tres triples consecutivos y dos tiros libres tras antideportiva de Kullamae para colocar un parcial de 0-11 que se reveló como un espejismo en cuanto los bilbaínos recuperaron el sitio.

El veterano Hasbrouck se mostraba como el más fiable en el conjunto catalán, pero aparecieron Kullamae y Gielo, con un 3+1, para darle réplica y poner de nuevo la ventaja del Bilbao Basket por encima de los diez puntos. El Lleida avanzaba a rachas, con el tiro exterior casi como único recurso, mientras enfrente se buscaba el equilibrio y Hlinason y Abdur-Rahkman, muy mejorado respecto a partidos anteriores, firmaron un parcial de 8-0 para abrir el último cuarto y poner una distancia decisiva (74-58).

A partir de ahí, hubo un intercambio de canastas porque las defensas ya estaban penalizadas por las faltas y los pasillos hacia el aro eran amplios en los dos lados de la cancha de Tárrega. Ponsarnau pudo seguir el guion y repetir los minutos con precisión y así, Amar Sylla pudo sumar doce para descargar a De Ridder y Gielo que aún así se hicieron valer en la posición de cuatro. También hubo tiempo para pruebas como acabar el partido con los dos bases y Abdur-Rahkman para salvar la presión del Lleida, que demostró que va a ser un rival pegajoso. Pero el Bilbao Basket tiene ahora mismo más argumentos y los expuso para volver a ganar.

Jaume Ponsarnau

“Ha sido un partido exigente”

lSolidez y acierto. Jaume Ponsarnau sacó una lectura positiva del amistoso ante el Lleida, “un partido exigente en cuanto a intensidad y tono físico y que nos permite crecer en algunas cosas y conceptos. Por ejemplo, hemos podido dar algún minuto más a Amar Sylla y eso es bueno”. El técnico del Bilbao Basket añadió que hubo “momentos en los que nos ha costado llevar la iniciativa, pero nos hemos recuperado y hemos encontrado la manera de ser sólidos y estar acertados, que es lo que buscamos”. “A nivel personal estoy también muy contento a nivel por haber podido jugar en mi pueblo y hacerlo para recordar a un gran amigo que nos dejó”, concluyó Ponsarnau. – R. Calvo