El Bilbao Basket mira a los ojos a un rival de Euroliga

Pese a sufrir su primera derrota de la pretemporada, el Bilbao Basket puede darse por satisfecho con el balance del torneo de Tallin, sobre todo después de que ayer lograra mirar a la cara al Paris Basketball, un equipo que debutará en la Euroliga y que juega casi de memoria en muchas acciones. Los de Jaume Ponsarnau, pese a los altibajos, respondieron con creces al reto de medirse a un rival con más capacidad física con poco tiempo de descanso. Fueron casi siempre por detrás, pero a una distancia que les permitió estar siempre agarrados a un partido en el que los dos jugadores que realmente marcaron las diferencias fueron TJ Shorts y Nadir Hifi, dos demonios zurdos casi imparables cuando ponen el balón en el suelo que tomaron la responsabilidad de resolver muchos ataques trabados.

El choque empezó con errores por las dos partes hasta que Abdur-Rahkman, con un 2+1, y Dragic con un triple abrieron un hueco de cuatro puntos (6-10). El Paris Basketball se puso a la tarea y con verticalidad hacia al aro y dominio del rebote abrieron un hueco de diez puntos (36-25) mediado el segundo cuarto. Hlinason se hacía valer en la zona, pero el Bilbao Basket reaccionó gracias a cuatro triples consecutivos que dejaron claro que el equipo tiene voluntad de correr y anotar en llegada, pero para eso necesita controlar el rebote, algo que le está costando.

Tras el descanso, los hombres de negro salieron algo fríos y el equipo de Tiago Splitter firmó un parcial de 8-0 con Shorts de protagonista. Más de tres minutos tardó en sumar el Bilbao Basket, que sufría en los contactos, Hifi también hacía de las suyas en el otro lado y un triple del franco-argelino dio a los parisinos su máxima ventaja (59-47). Los vizcaínos reaccionaron otra vez con dos canastas de De Ridder y dos de Dragic para otro 0-8 que daba esperanzas de un final apretado.

Sin embargo, Shorts ya se había hecho con el mando y sus canastas, a veces complicadas tras buenas defensas de los de Ponsarnau, frenaban los intentos del Bilbao Basket de apretar el marcador, como hizo Rubén Domínguez con un par de triples. A seis minutos del final, los vizcaínos estaban a cinco puntos (74-69), pero los fallos en los tiros libres impidieron que esa distancia fuera menor. Hifi, de nuevo, metió otro triple para cortar la racha bilbaína y se entró en un tramo final en el que los dos equipos se mostraron espesos y no lograron ejecutar con claridad sus sistemas. De esta manera, el Paris Basketball logró hacerse con el triunfo e imponer su favoritismo, aunque tuvo que superar una dificultad que quizás no esperaba.

El Bilbao Basket demostró que tiene mimbres para armar un buen cesto y sigue puliendo los desajustes que provocan las muchas novedades en la plantilla. La comunicación de los jugadores en la cancha es frecuente y Ponsarnau no ha dudado en hacer algunas pruebas como juntar a los dos bases o usar a Dragic como dos y a Rabaseda como cuatro en momentos concretos de los partidos. La semana que viene llega la Euskal Kopa para confirmar y reforzar las buenas sensaciones y despejar algunas incógnitas como los roles de Abdur-Rahkman, hasta ahora muy apagado en ataque, o de Domínguez, que ha dejado claro que tiene muchos recursos en ataque y que puede tener más presencia de lo que se pensaba antes de arrancar la pretemporada, a la que aún no se ha incorporado Amar Sylla, que ya tiene adjudicado dorsal.