El Surne Bilbao Basket se ve todos los veranos en la necesidad de reinventarse en un ecosistema cada vez más complicado por la aparición de nuevos mercados con gran poder económico, la recuperación de otros y conjuntos de su teórico rango dentro de la Liga Endesa que apuestan por dar un impulso a sus proyectos. Sin embargo, desde la entidad de Miribilla consideran que una vez más han armado un equipo con la competitividad necesaria para cumplir con los objetivos fijados.

¿Qué nivel de satisfacción le genera la plantilla que han conseguido montar?

—Un nivel alto. Varios de los jugadores que hemos fichado eran de nuestras primeras opciones y creemos que con las incorporaciones cubrimos algunas de las carencias que pudimos ver la pasada temporada. En líneas generales, con las renovaciones que hicimos y los fichajes, creemos que podemos mejorar nuestro rendimiento.

El año pasado dijo que casi todos los fichajes fueron primeras opciones o de las primeras. ¿Ha pasado lo mismo este verano?

—En algunas posiciones nos ha costado más. Pero también es cierto que el no poder acceder a una de las primeras opciones ha provocado que posteriormente haya aparecido alguna posibilidad que al principio no contemplábamos porque no entraba en nuestro presupuesto. Por ejemplo, a principio de verano fichar a Marvin Jones no era posible para nosotros y cuando fueron cayendo opciones en esa posición él acabo poniéndose a tiro. Al principio se movía en cifras a las que no podíamos llegar.

Japón, Corea, Australia, la NCAA reclutando a talentos europeos jóvenes… Da la sensación que el mercado cada vez se complica más para un club como el Bilbao Basket.

—Sin duda, no solo para nosotros sino para la mayoría de los clubes de la Liga Endesa. Tenemos la ventaja de que seguimos siendo atractivos para muchos jugadores porque disputamos la mejor liga de Europa, pero cuesta mucho porque las competiciones asiáticas, también China, pagan muy bien, hay otras ligas europeas como Rusia, Turquía o Israel que ahora están pagando más probablemente para atraer jugadores dentro de su difícil situación geopolítica, la NCAA ofrece ahora la posibilidad de ganar mucho dinero y tener minutos…

¿Les ha hecho daño en el mercado el no tener competición europea asegurada, tener que disputar una previa o incluso que una vez más el reparto de plazas continentales se haya aclarado tarde?

—Al principio siempre hay jugadores y agentes que ponen como condición indispensable jugar en Europa. Nosotros siempre hemos trabajado con la idea de que lo íbamos a hacer, teníamos claro que íbamos a disputar la previa de la FIBA Europe Cup y eso es jugar en Europa. Nos tendremos que ganar el pase a la fase de grupos, pero los jugadores que vienen llegan para ayudarnos a ganarnos ese derecho. Si quieren jugar en Europa, que lo demuestren y ganen esos partidos. No nos ha marcado tanto, pero sí ha habido dos o tres jugadores que aspiraban a jugar no solo Europa sino competiciones superiores como Eurocup o Euroliga y eso no se lo podíamos ofrecer.

¿En qué cree que mejora más la plantilla?

—Analizando la temporada pasada percibimos unos déficits, aspectos en los que no habíamos estado bien. Creemos que nos faltaron puntos. Éramos un equipo solido en defensa pero en ataque nos costaba hacer puntos y dentro de eso era muy importante la amenaza desde la línea de tres, algo fundamental en el baloncesto moderno. Hemos intentado mejorar eso con las llegadas de Tomasz Gielo en la posición de cuatro, Harald Frey en la de uno y Rubén Domínguez, Zoran Dragic y Muhammad-Ali Abdur-Rahkman en los puestos de dos y de tres. Esperamos tener mejores porcentajes y que con ello puedan llegar también más puntos de nuestros pívots y de nuestros exteriores en penetraciones porque las defensas rivales se tengan que abrir más. Otro aspecto que queríamos mejorar era el rebote defensivo. Hubo momentos de la pasada campaña en los que sufrimos bastante. Creo que Jones es un muy buen reboteador, Gielo también nos mejora en ese aspecto en el puesto de ala-pívot y Amar Sylla tiene en el rebote una de sus principales virtudes, también en el ofensivo.

¿La plantilla está diseñada desde la convicción de que Melwin Pantzar, Kristian Kullamae y Thijs De Ridder van a dar un paso al frente en cuanto a rendimiento?

—Por supuesto. Creemos que estos tres jugadores, y también Tryggvi Hlinason, van a tener un crecimiento y un mejor rendimiento que la pasada temporada. Creemos mucho en ellos y por eso hemos renovado a Melwin y a Kristian, dos jugadores que eran queridos en el mercado y que han visto con buenos ojos seguir creciendo y teniendo responsabilidades aquí. Creemos que nuestra mejora llegará con su crecimiento, no exclusivamente de la mano de los fichajes.

Ponsarnau suele hablar de los puestos de base, escolta y pívot como vitales para ser competitivos en la Liga Endesa. ¿Cómo analiza las variaciones en esas posiciones?

—Estábamos satisfechos con el rendimiento de Alex Renfroe, pero con Frey hemos buscado dar un cambio hacia un base más anotador. Tiene más capacidad para anotar, más amenaza desde la línea de tres y esperamos que nos dé también mucha energía a nivel defensivo. En el caso de Abdur-Rahkman, creemos que es un jugador de mucho nivel y gran talento que puede anotar pero que no es egoísta. Pasa muy bien el balón y tenemos un manejador más con el que aprovechar a nuestros pívots gracias a su capacidad de pase. Y con Jones buscábamos un jugador que se complementara con Tryggvi. Es muy atlético, llega muy arriba en las situaciones de pick&roll, domina por encima del aro, es buen taponador y encaja muy bien en nuestra filosofía defensiva. Además, tiene un tiro de cuatro o cinco metros que le permite añadir un registro más en ataque, algo de lo que quizás carecíamos.

¿Es Abdur-Rahkman un tipo de jugador menos ‘killer’ que Adam Smith o Goudelock?

—Sinceramente, para mí tiene cosas que me recuerdan a Goudelock, aunque todos sabemos que Andrew ha sido un jugador de primerísimo nivel en Europa. Veremos si él puede llegar a eso, pero además de su capacidad para anotar, que la tiene, nos puede ayudar mucho generando para el resto. Pasa muy bien en las continuaciones de los pívots o a compañeros abiertos y nos puede ayudar a jugar un buen baloncesto de equipo.

Marvin Jones sí que parece un perfil más distinto al de Sacha Killeya-Jones, con menos juego uno contra uno y menos anotador.

—Sacha tuvo un impacto muy bueno en el equipo a nivel de anotación, fue nuestro principal suministrador de puntos y, evidentemente, eso no es fácil de sustituir. Pero nosotros esperamos que Marvin esté a un nivel más alto de anotación que el pasado curso en el Buducnost. Lo que hemos visto es que es un jugador muy efectivo, pero que quizás no fue referencia en su equipo. Con nosotros va a tener más oportunidades para anotar, le vamos a buscar más. Con ese rol ya demostró en el PAOK Salónica que puede hacer muchos puntos. Esperamos que no esté tan lejos de las anotaciones que ha hecho Sacha y creemos que en rebote y en defensa le puede mejorar.

Tema Fedor Zugic y su decisión de irse a la NCAA. Llama la atención que se haya sustituido a un jugador de 20 años con otro de 35 con otro perfil distinto como el de Zoran Dragic. ¿Les ha trastocado mucho el esquema del equipo?

—Creo que no son perfiles distintos, son edades distintas. Los dos son jugadores agresivos que buscan el aro, los dos pueden anotar desde la línea de tres, se sienten cómodos jugando a campo abierto… El perfil es similar, pero uno era una apuesta no solo de presente sino también de futuro, porque el contrato que le habíamos hecho era para tres temporadas, y Zoran es una realidad y un jugador de rendimiento inmediato. Igual que te he dicho de Jones, a principio de verano no podíamos aspirar a fichar a Dragic porque su caché era muy alto. En esta situación en la que hemos ingresado una cantidad de dinero por la salida de Zugic, que sin llegar a ponerse nuestra camiseta es el jugador que más dinero nos ha dejado en caja después de Axel Bouteille, hemos podido ir a por él. Zugic era una apuesta en la que creíamos pero no dejaba de ser una apuesta. Venía de hacer diez puntos de media en el Gottingen y Zoran viene de hacer esos diez puntos en la Liga Adriática, en el Cedevita, jugando muchos menos minutos. Estoy muy satisfecho con su fichaje. Es un jugador de un nivel muy alto y espero que lo demuestre en Bilbao como ya lo hizo en Málaga o en Gasteiz.

¿Domínguez y Sylla tienen perfiles más preparados para ayudar al equipo si tienen que dar un paso al frente, sobre todo en la FIBA Europe Cup?

—Sí. Son dos jugadores en los que confiamos mucho. Rubén es uno de los mejores jugadores de su generación en Europa. Ha hecho una buena temporada en Castellón y creemos que está preparado para dar el paso necesario para tener un papel en un equipo ACB. Amar, por su parte, tiene mucha experiencia a nivel internacional pese a su juventud. Está preparado para ayudarnos sobre todo en Europa, donde nos tocará hacer algún descarte por el tema de los cupos.

¿Qué importancia le da al hecho de que jóvenes apetecibles en el mercado como Pantzar o Kullamae hayan renovado este verano?

—Es muy bueno para nosotros a nivel de club que estos jugadores jóvenes, o también Domínguez, Sylla o el propio Zugic que quería venir a Bilbao si seguía jugando en Europa, nos vean como un proyecto apetecible. Jaume Ponsarnau confía en los jóvenes, ellos y sus agentes saben que van a tener oportunidades y creo que es uno de los motivos por los que Melwin y Kristian han decidido quedarse. Es bueno que no vean Bilbao solo como un trampolín para estar una temporada e irse, sino como un buen sitio para crecer como jugadores.

¿Que ocurrió con Keith Hornsby?

—Keith tenía una oferta de renovación encima de la mesa y nos dijo que o jugaba en Bilbao o no jugaba, que estaba realmente contento aquí. Ha sido una situación personal en la que él no se veía volviendo a jugar en Europa de momento, no sé que hará dentro de unos meses. Por ahora parece que quiere quedarse en Estados Unidos con su familia. Hace poco hemos visto un caso similar como el de Kyle Guy siendo bastante más joven. Son temas personales y nosotros le deseamos mucha suerte porque ha sido un gran profesional y una persona con la que daba gusto tratar y trabajar. De hecho, él es amigo personal de Abdur-Rahkman y me consta que habló muy bien del Bilbao Basket.

¿El presupuesto para plantilla se ha mantenido este verano?

—Prácticamente es el mismo que la pasada temporada. Ha crecido un poquito y esperamos que sea suficiente para cumplir con los objetivos. Todavía nos quedan algunos años así y esperamos crecer un poco más en el futuro.

En la Liga Endesa cada vez hay más proyectos que buscan impulso. Los de la zona media quieren llegar arriba como en el caso del Murcia, los de abajo quieren estar en la zona media como el Zaragoza o el Andorra, un recién ascendido como el Coruña llega pisando fuerte… La supervivencia cada vez es más difícil.

—Así es. La Liga Endesa está durísima. Hable con la gente de Zaragoza en el sorteo de la FIBA Europe Cup y me comentaban que han hecho un esfuerzo para dar un impulso al proyecto y han podido renovar a Bell-Haynes y fichar a todo un Boban Dubljevic… Ellos quieren pelear por estar entre los ocho primeros y ya sabemos lo difícil que es, hasta el punto de que el Baskonia el pasado curso se quedó fuera. Con su vuelta lógica a esas plazas, va a ser muy difícil luchar por entrar. Seguramente va a haber una gran brecha entre los diez primeros y el resto.