Jaume Ponsarnau midió sus palabras para no hacer más sangre fría por la derrota del pasado miércoles en Polonia, que estuvo seguido de un viaje de regreso accidentado y aún incompleto porque la expedición no había recibido aún ayer una parte importante de su equipaje. El entrenador del Bilbao Basket no eludió palabras como “cagada” o “muy decepcionante” para calificar la actuación de los suyos ante el Legia Varsovia, pero dejó claro que “salir a rueda de prensa y rajar de mis jugadores sería lo más irresponsable para mis valores. Lo más responsable es poner la primera persona del plural: lo hicimos muy mal”.

Por eso, situó el reto inmediato para el Bilbao Basket en “trabajar todos juntos para levantarnos, el entrenador el primero” tras la derrota que “más ha afectado a cada uno de nosotros y peor ha encajado el equipo con la del Breogán”. “Ningún gran equipo, ningún gran jugador, lo ha sido si no ha sido capaz de levantarse”, apuntó Ponsarnau, que cree que aún es posible la remontada europeo “porque las matemáticas y la historia lo demuestran”.

Antes, llega el compromiso de mañana en Granada, “quizás el más difícil a nivel mental de toda la temporada”, pero que “nos puede dar mucho a ganar”. Un triunfo de los hombres de negro supondría dejar casi atada la permanencia, el objetivo prioritario del curso, “y eso nos tiene que llevar a buscar nuestros máximos, que quizás no sean muy altos, pero queremos intentarlo”.

Enfrente estará un rival que afronta el partido como una final y que, pese a acumular cinco derrotas consecutivas, tiene argumentos a considerar. “El Granada ha dado un paso adelante en defensa y su ataque es mejor con unas sensaciones muy buenas y difíciles de defender. Además, son muy buenos en el rebote ofensivo y será un partido de la máxima exigencia en los dos lados de la cancha”, advirtió el técnico catalán.

Liga femenina

El Lointek Gernika tiene hoy un duro compromiso en Maloste (18.30 horas) ante el Casademont Zaragoza, tercer clasificado y que llega tras perder en Turquía la oportunidad de acceder a la Final Four de la Euroliga. El equipo granate ya atisba de cerca la Copa, pero le queda tarea por delante ya que ha visto comprometida su posición entre los ocho mejores con las últimas derrotas. El calendario es las siete jornadas que quedan es exigente y el margen de error escaso, por lo que las jugadoras de Lucas Fernández tendrán que dar su mejor nivel para vencer a un rival que, más allá del cansancio que pueda acusar, tiene una plantilla larga y con muchos recursos. Las victorias logradas ante el Valencia y el Avenida en la primera vuelta marcan el listón a superar de nuevo para las gernikarras, que ya acusan el peso físico y mental de la temporada.