El Bilbao Basket no olvidará fácilmente su segundo viaje de la temporada a Polonia, donde todo salió al revés de lo previsto. A la abultada derrota ante el Legia Varsovia que compromete sus opciones de alcanzar las semifinales de la FIBA Europe Cup se unió la huelga de Lufthansa que dejó tirado a la expedición en el aeropuerto en plena madrugada polaca. Así, el grupo tuvo que dividirse en tres y emprender la vuelta a Bilbao por distintas vías y ciudades europeas para completar el regreso a media tarde.

Es lo que tiene jugar en Europa y viajar en vuelos regulares, que en cualquier momento la tostada cae por el lado de la mantequilla y completa ese desplazamiento en el que todo lo pudo salir mal salió mal para poner de nuevo a prueba la fortaleza mental de los hombres de negro que, con un descanso escaso, volverán a subir a un avión para viajar mañana sábado a Granada en otro partido que se las trae por la necesidad de victoria que tiene el equipo local y por comprobar la respuesta anímica de los jugadores de Jaume Ponsarnau, a quienes tres días después les esperará el reto de remontar diecinueve puntos al Legia para acceder a semifinales y que estos días en Polonia queden como una sucesión de desgracias sin consecuencias. Esta ante el Legia es la quinta eliminatoria a ida y vuelta que el Bilbao Basket afronta en su historia en las competiciones europeas. Las cuatro anteriores las superó, aunque esta va a ser la más complicada por la desventaja a superar.

En la temporada 2009-10, el conjunto vizcaino disputó una previa para acceder a la Eurocup ante el Donetsk. En la ida en la ciudad ucraniana, con Txus Vidorreta aún en el banquillo, perdió por 71-63 y venció en la vuelta en el BEC por 90-79 en un cruce que tuvo que resolverse en el medio minuto final tras el 53-31 del descanso. Esa misma campaña, el Bilbao Basket eliminó al Nymburk en la eliminatoria de cuartos de final. En la República Checa, el equipo que ya dirigía Fotis Katsikaris se impuso por 47-59. No sirvió para lograr un pase tranquilo ya que en la vuelta los checos se impusieron por 46-52 y amenazaron con la sorpresa.

Las otras dos eliminatorias a ida y vuelta se concentran también en el curso 2012-13. En cuartos de final, el conjunto vizcaino cayó en la cancha del Ratiopharm Ulm por 85-81. En la vuelta no hubo apuros ya que el resultado fue de 101-78. En las semifinales, la autoridad fue mayor aún. Ante el Budivelnik Kiev el Bilbao Basket encarriló con un 83-93 en la capital de Ucrania y remató en Miribilla con un claro 75-53 que le colocó en la final de Charleroi.

Estos antecedentes deben llevar a los jugadores de Ponsarnau a no bajar los brazos, tanto como el hecho de que es imposible jugar peor que en el partido del pasado miércoles. En Miribilla el equipo tiene que elevar su acierto, sobre todo porque no tiene nada que perder y ya poco se espera de él tras el estropicio del primer partido. Aún hay posibilidad de enmienda, pero las circunstancias no están acompañando.