Más de lo mismo. Otro desplome en el último cuarto condenó al Surne Bilbao Basket a sumar en el Gran Canaria Arena su novena derrota de la temporada (83-75). El conjunto vizcaino dominó la contienda durante más de tres cuartos y medio para sufrir un nuevo cortocircuito en el momento de la verdad. Los hombres de negro llegaron con un 71-75 favorable a sus intereses a los tres últimos minutos para encajar un abrumador parcial de 12-0 hasta el final de la cita. El 24-9 total en el último cuarto tumbó a un conjunto vizcaino que ha tropezado demasiadas veces en la misma piedra en los últimos meses, dejando que situaciones ventajosas en el luminoso se le escurran entre los dedos por la acumulación de errores.

Tras jugar un notable encuentro durante más de tres cuartos, a los de Jaume Ponsarnau volvió a fallarles orden, acierto y energía en los minutos en los que el choque entró en ebullición. Tras llegar a ganar por once puntos a menos de catorce minutos de la última bocina (51-62), la reacción del Dreamland Gran Canaria entraba dentro del guion. El conjunto vizcaino sobrevivió como pudo hasta ese 71-75, pero el último cuarto fue una calamidad, con un 3 de 13 en tiros de dos puntos, tres triples fallados y cinco pérdidas.

Que al Bilbao Basket se le fundan los plomos en los tramos finales de las citas empieza a ser demasiado habitual y la toma de decisiones de jugadores que deben ser importantes fue horrible. Entre Adam Smith y Kristian Kullamae sumaron un -10 de valoración en esos diez minutos finales. Sacha Killeya-Jones, el puntal ofensivo del equipo con 17 puntos, ni siquiera lanzó a canasta, Alex Renfroe perdió la brújula que hasta entonces le había permitido conectar con eficacia con sus compañeros y solo Thijs De Ridder ofreció soluciones. Deficiente bagaje ante un rival mejor armado en el que el paso al frente para ganar lo dieron Sylven Landesberg, Pierre Pelos y Ethan Happ, con Ferrán Bassas sublime en la distribución de balón.

NOTABLE ARRANQUE

El Surne Bilbao Basket arrancó sólido. Con un juego ordenado y efectivo, terminando muchas jugadas en las cercanías del aro de la mano de Killeya-Jones y De Ridder, los de Ponsarnau se hicieron con el control del marcador. Además, el fugaz acierto desde más allá de la línea de 6,75 de Denzel Andersson y Georgios Tsalmpouris con la entrada en escena de la segunda unidad les impulsó hasta el 19-25 al final del primer cuarto ante un rival con Nico Brussino como principal arma. El Gran Canaria arrancó el segundo cuarto con un parcial de 8-0 en menos de dos minutos y Ponsarnau llamó a capítulo a los suyos. Respondieron sus pupilos de manera magnífica. Con su aro bien protegido, un acierto en el triple superior al habitual y Álex Reyes brillando en ataque, los visitantes fabricaron un 2-13 hasta el 29-38 a cuatro minutos y medio del descanso.

Tuvieron incluso dos ataques para que su renta llegara a los dobles dígitos, pero ni Smith ni Killeya-Jones acertaron. Además, el escolta cometió una antideportiva y esa jugada fue el arranque de otro 8-0. Renfroe, con otro triple y un pase de canasta, sacó a los suyos del bache, pero tres pérdidas seguidas frustraron otro intento de demarraje, llegándose al ecuador de la contienda con un 42-43. El nivel de acierto (54% en tiros de dos y extraordinario 60% en triples, con seis aciertos de diez intentos) era un tesoro para sus intereses, con la inferioridad en el rebote (21 a 10) como principal aspecto del juego a mejorar.

En la reanudación, bajó el nivel de acierto de ambos equipos, pero el Surne Bilbao Basket encontró un tesoro en Killeya-Jones. El pívot anotó los ocho primeros puntos de su equipo en el tercer cuarto, lo que unido al estreno anotador de Smith, con un triple, obligó a Lakovic a detener la contienda con el 47-54. Otro misil lejano del escolta dio a los visitantes su primera renta de dobles dígitos y otros tres tiros libres suyos la estiraron hasta el 51-62. Sin embargo, el paso por el banquillo de Renfroe y Killeya-Jones no sentó bien a la escuadra vizcaina y Ben Lammers, bien activado por Bassas, se hizo notar con seis puntos seguidos (57-62). En esos últimos compases del tercer cuarto, los vizcainos activaron el modo supervivencia para alcanzar los diez minutos finales con un esperanzador 59-66.

DESASTRE

Sin embargo, el aro se le hizo muy pequeño al conjunto bilbaino mientras el Gran Canaria recuperaba casi todo el terreno perdido con dos triples de Landesberg y Pelos. De Ridder y Pantzar aportaron oxígeno en una fase de la cita en la que ambos bandos cometieron demasiados errores, con Kullamae protagonizando demasiados, pero el 69-74 a cinco minutos de la última bocina no fue ventaja suficiente. Un triple de Pelos después de que Killeya-Jones fallara un tiro libre y una canasta de Happ tras pérdida del pívot pusieron por delante a los insulares (76-75) con 2:13 en el reloj. Los últimos ataques bilbainos fueron horribles y dos fallos de Smith y un tapón sobre Renfroe colocaron alfombra roja para el éxito local.