Jugar dos encuentros semanales tiene de positivo que no hay tiempo para rasgarse las vestiduras demasiado ni para recrearse en el lamento cuando algo no sale como se pretendía. La acumulación de competiciones obliga a poner siempre el foco en el reto competitivo más inmediato, a resetear con celeridad lo ya acontecido no sin antes sacar las enseñanzas pertinentes. Tras lo ocurrido el pasado sábado en Zaragoza, donde un naufragio de dimensiones siderales le llevó a perder por catorce puntos un encuentro que ganaba por 17 en el ecuador del tercer cuarto, el Surne Bilbao Basket tiene ante sí otra semana de gran exigencia con la oportunidad de curarse sus heridas y rearmarse en el ecosistema en el que más cómodo se encuentra: en Miribilla.
El conjunto que dirige Jaume Ponsarnau recibe mañana miércoles la visita del Anwil Wloclawek polaco, duelo correspondiente a la FIBA Europe Cup, con el objetivo de sumar su cuarto éxito en otros tantos encuentros de la fase de grupos y, de esa manera, dejar prácticamente sentenciado su acceso a la siguiente ronda continental. Posteriormente, el domingo desembarcará en el Bilbao Arena el todopoderoso Real Madrid, que marcha líder invicto tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga y que a día de hoy supone el examen de mayor exigencia posible en el baloncesto europeo. Mucho toro para un equipo vizcaino todavía irregular y en fase de crecimiento, pero las grandes y en ocasiones inesperadas conquistas no han sido en absoluto escasas en la historia reciente de Miribilla.
Rebote defensivo, triple...
Son todavía numerosos los aspectos del juego sobre los que deben trabajar Ponsarnau y los suyos para ir creciendo como colectivo y convertirse en un equipo más sólido y con menos dientes de sierra en su rendimiento. Ahí están, por ejemplo, los problemas de los hombres de negro a la hora de cerrar el rebote defensivo, no solo dañino por los numerosos puntos en segundas oportunidades que consiguen los adversarios, sino por tratarse de un factor fundamental para el tipo de juego basado en transiciones rápidas que se quiere desarrollar. El conjunto vizcaino ha concedido un mínimo de once capturas en su aro en los ocho encuentros de competición doméstica que se llevan disputados hasta el momento –el máximo, 19 en la visita al Monbus Obradoiro– y atendiendo a la estadística avanzada es la escuadra de la Liga Endesa que menos porcentaje de rebotes en su aro captura de todos los disponibles, un escaso 65%.
Los números del conjunto vizcaino en el triple son también llamativos. Estadísticamente figura séptimo en porcentaje de acierto (35,6%), pero con escasísima sostenibilidad en el rendimiento. De hecho, el Surne Bilbao Basket ha completado tres partidos por encima del 45% de acierto (50% frente al Andorra, 48% con el Granada y 46% ante el Tenerife) y cuatro por debajo del 30% (29% contra Baskonia y Murcia y 26% ante Obradoiro y Zaragoza). Además, se da la circunstancia de que sus dos principales especialistas desde más allá de la línea de 6,75, Álex Reyes y Georgios Tsalmpouris, no han tenido un entonado arranque de curso. El alero está en un escaso 29%, con un 2 de 13 en los cuatro últimos compromisos, y peor es todavía el caso del interior griego, con un muy negativo 15,8% para un 3 de 19 total.