El Surne Bilbao Basket sabe que mañana sábado tiene una gran oportunidad de dejar muy lejos los puestos de peligro antes de las dos semanas de parón por la Copa y las ventanas FIBA y, como dijo ayer jueves Adam Smith, “empezar otra racha de victorias”. El último mes de competición no ha sido nada propicio para los hombres de negro, pero el duelo ante el Granada, en el que probablemente reaparecerá Ludde Hakanson, se antoja clave para evitar que cunda el pánico dentro y fuera del vestuario de Miribilla.

El equipo vizcaino regresa a su cancha después de tres partidos consecutivos fuera de casa que han puesto a prueba la fortaleza mental del grupo. “Estamos tratando de mantenernos unidos y de encontrar de nuevo nuestro ritmo. Es un duelo importante, aunque todos lo son en realidad porque sea quien sea el rival y la competición, todos los partidos hay que jugarlos con mentalidad ganadora. Ellos van a venir a jugar duro y tenemos que responder. Además, volvemos a casa y tendremos la ayuda del público, que para nosotros es fundamental. Esa energía que nos da es muy especial, tanto en la Liga Endesa como en la Champions League”, comentó el escolta estadounidense, que se definió como “un jugador muy competitivo” y, por eso, no dio importancia a la acción con Salin que tuvo mucho que ver en el desenlace de último choque en Tenerife ya que “de eso trata la competición”.

Sin tiempo para pensar

Smith reconoció que el equipo ha atravesado por altibajos este curso, pero “hay que mantenerse positivos. Todo cambia rápidamente, no tienes tiempo para pensar mucho. Como he dicho, estamos intentando encontrar el ritmo adecuado, trabajando duro y en equipo para salir de esta mala situación”.

Ahora mismo, el jugador de Georgia se ha convertido en la referencia ofensiva del Bilbao Basket y por las lesiones de los bases también ha tenido que colaborar en la dirección del juego durante muchos partidos, algo en lo que ha mejorado últimamente. “Creo que todo forma parte de un proceso de aprendizaje. Al principio, no conocía a los compañeros y me costó. Pero ahora tenemos ya la química necesaria, entiendo cuál es mi rol y todo resulta más natural. Yo trato de aportar donde sea preciso”, explicó Adam Smith, que no está preocupado porque sea objeto de dobles marcajes. “Cada equipo tiene su planteamiento definido. Ojalá no sea así hasta el final de temporada, pero no me siento incómodo si me hacen dobles marcajes. Creo que eso nos puede dar ventajas en otras posiciones”, señaló.

El estadounidense y Hakanson se han convertido en los líderes anotadores del Bilbao Basket y en una pareja que ha logrado encajar muy bien en los esquemas de Jaume Ponsarnau. Smith alabó a su compañero sueco: “No le conocía antes de venir a Bilbao, pero la verdad es un gran jugador que trabaja muy duro y por eso se ha ganado mi respeto. Además, tiene varios años de experiencia en la liga y sus consejos me sirven para aprender y ganar confianza”.