El Surne Bilbao Basket afronta hoy otra complicada salida que pondrá a prueba la “actitud e implicación” de sus jugadores. Jaume Ponsarnau no quiso disimular lo que está a la vista de todo el mundo y reconoció que su equipo atraviesa un mal momento en muchos aspectos, “una pájara”, lo calificó antes de visitar al Obradoiro. “Nos hemos levantado unas cuantas veces y lo vamos a hacer también ahora para que la gente vuelva a estar orgullosa de nosotros”, aseguró el técnico catalán sin perderse en discursos poco creíbles. “La receta para superar la pájara es actitud y baloncesto. En lo mental, pocas cosas nos quedan por hacer más que buscar en el propio baloncesto la forma de corregirlo. Tenemos jugadores a los que se les nota mucho la frustración y eso lo estamos intentando corregir. Estamos encontrando defensas ante las que la inspiración es importante y ahora tenemos menos jugadores inspirados”, admitió.

Ponsarnau explicó que el equipo se ha metido en un bucle negativo en el que esa frustración no permite sacar lo mejor de cada jugador, “pero tenemos que entender que si les pasa a los mejores, también nos puede pasar a nosotros”. El desgaste de la temporada pasa factura y, en este sentido, Ludde Hakanson probablemente no jugará hoy mientras que Nikola Radicevic no tiene aún ritmo competitivo porque “ha podido entrenar menos de la mitad que los demás”. Sin el base serbio, ha habido que forzar más de la cuenta al sueco “y ahora su chasis se ha resentido”, tanto como el juego del equipo al perder a su principal generador y anotador.

En todo caso, la competición no se detiene, el equipo viajará de Santiago a Tenerife directamente en busca de algo de descanso antes del duelo del martes en la Champions League y, en este tiempo, tratará de encontrar las soluciones para regresar a la senda de las victorias. “Estamos jugando mal porque los demás están haciendo las cosas para que juguemos mal y contra eso tenemos que poner la mejor actitud y hacer bien las cosas simples, con el máximo rigor, cada uno dentro de su rol y tratando de que ese rol sea de la mejor calidad”, añadió el entrenador de los hombres de negro, a quienes ha podido pesar encontrarse ante retos inesperados que han elevado el número de errores y la frustración. “La cruda realidad es que no somos tan buenos como para asumir estos retos, pero tenemos la ambición de poder hacerlo. Debemos ser resilientes y hacer el esfuerzo de adaptarnos a lo que nos planteen”, expuso sin maquillajes.

El reto hoy es tratar de superar a un rival directo por ese tierra de nadie que ahora parece poca cosa, pero que para los dos equipos resulta un paraíso. El Obradoiro ya ganó en Miribilla y otro triunfo le alejaría de manera peligrosa. “Está en racha y con confianza ya que ha encontrado la propuesta para ser competitivo”, dijo Ponsarnau, quien, por su parte, no se fía del “mal momento puntual” del Bilbao Basket porque “si vemos la foto global, creo que están haciendo una gran temporada. Todos mis respetos para ellos”. En el bando compostelano, al margen de las bajas ya sabidas de Paige, Walker y Bender, es duda Robertson por una virus estomacal.