La meta del Bilbao Basket para jugar la Copa está en nueve victorias

La raya que marca la Copa puede estar, como habitualmente, en las nueve victorias y un average favorable. En este sentido, el Bilbao Basket viaja con una diferencia positiva de ocho puntos, aunque su calendario es muy complicado. Los de Jaume Ponsarnau tienen tres partidos fuera de casa, uno de ellos ante el Barça en el Palau, y solo uno en casa ante el UCAM Murcia que puede tener mucha trascendencia en esta disputa por una plaza para la cita de Badalona.

Parece que el mejor calendario de los implicados lo tiene el Valencia Basket ya que el equipo de Álex Mumbrú tiene tres partidos en casa ante conjuntos de la parte baja de la clasificación, además de una visita a Gasteiz para medirse al Baskonia. La posibilidad de que los taronjas lleguen a nueve victorias es muy real, tanto como que mejoren su diferencia de puntos que es uno mejor que la del Bilbao Basket. El Breogán y el Murcia lo tienen peor, sobre todo los de Sito Alonso, a los que llegar a las nueve victorias quizás no les sea suficiente.

La Copa no era un objetivo inicial del equipo bilbaino, pero tener opciones a estas alturas ha sido una consecuencia del rendimiento de los hombres de negro, que aún no han sido desbancados de la octava plaza pese a que acumulan dos derrotas consecutivas en Miribilla, compensadas con dos victorias en las dos últimas salidas. Por eso, la primera semana de enero puede determinar mucho la suerte de esta inesperada ilusión que se ha creado entre los seguidores del Bilbao Basket.

Semana importante

El próximo miércoles le tocará visitar al Unicaja, que busca una plaza como cabeza de serie en la Copa, pero acaba de perder para toda la temporada a Augusto Lima, su principal bastión defensivo y reboteador, por una rotura del ligamento cruzado de la rodilla. Después, el 8 de enero, llegará a Miribilla el UCAM Murcia, justo en el medio de la eliminatoria de ajuste de la Basketball Champions League que los pimentoneros tienen que disputar ante el Pinar Karsiyaka.

Las visitas al Girona de Marc Gasol, que busca salir de los puestos peligrosos, y al Barça, donde el Bilbao Basket ya ganó hace tres años para meterse en la Copa, completan la primera vuelta del equipo de Ponsarnau, que está demostrando un carácter competitivo a prueba de estados de forma de los jugadores y de la brillantez del juego. Le hará falta mantenerlo en este reto que se le ha planteado.

Viendo los cuatro rivales que les quedan por delante, los vizcainos, que se muestran sólidos y bien engranados en el trabajo defensivo, tienen que mejorar, en cambio, sus prestaciones reboteadoras, sobre todo bajo su canasta. El Obradoiro y el Real Madrid sacaron muchos réditos de las capturas ofensivas para imponerse en Miribilla y ahora llegan en el horizonte equipos que cuentan con kilos y centímetros en las posiciones interiores y también cargan esa suerte del juego.